miércoles, 27 de noviembre de 2013

El fin de una era: diciembre de 1971

Fotos: www.ciaovogue.com. Copyright de Condé Nast.


Hola amigos, cómo están? Buen miércoles para todos! Es ley que todas las etapas deben concluir en algún momento, nos guste o no... Y la etapa de Diana Vreeland como editora de la Vogue norteamericana concluyó con la edición de navidad de diciembre de 1971, con la princesa Grace de Mónaco en su portada.






Durante los años de Diana Vreeland a la cabeza de esta revista (1963-1971), la costumbre era que el número de diciembre fuera más lujoso, más pomposo y más atractivo visualmente que el resto. Una de las secciones de diciembre consistía en primeros planos de celebridades siguiendo un hilo conductor, en este caso publicados en espejo contra frescos persas. 


Dominique Sanda




Cher




Vanessa Redgrave




Cuál sería el sentido de esto? A ciencia cierta no lo sé, pero sin duda era un festín para el ojo y parte del recorte que hacía y hace Vogue con respecto a las celebridades que considera IN. Y con respecto a la pasión que lo exótico despertaba en Diana Vreeland. Las fotos son de Richard Avedon. 

Una nota muy particular en esta edición fue la dedicada a Grace de Mónaco, a casi 15 años de su casamiento con el príncipe y ya con su familia conformada. Pensemos que Grace Kelly tuvo que renunciar por completo a su exitosa carrera en Hollywood para convertirse en princesa, así que le debía este reportaje a sus admiradores!

Les juro que veo esta foto y para mí es Catherine Deneuve... Muy parecidas, no? Fotos: Snowdon. 




Tiempos super felices: Grace con su marido y sus hijos Alberto, Carolina y una pequeñita Estefanía.








Diana Vreeland era una mujer de mundo, extravagante, que había crecido en plena Belle Époque hablando francés y adorando con su alma todo lo proveniente de Rusia. No creo que el "menos es más" fuera su lema: las exuberantes páginas de la revista así lo demuestran. Y está muy bien, porque ella concebía a la moda como la expresión de la belleza absoluta, y a las revistas de moda como una ventana al mundo. "El ojo tiene que viajar" fue una de sus frases más conocidas...

En sintonía con todo esto, observen estas fotos tomadas por Irving Penn en Marruecos para esta edición de diciembre de 1971 (la nota se llama "Misterio velado"). El burka de las mujeres marroquíes nos impacta, pero así era Diana Vreeland a la hora de decidir el contenido de cada edición: "mi educación fue el mundo" (frase extraída del documental "Diana Vreeland: the eye has to travel").

   



Las mujeres de negro viven  en el valle del río Ziz: sólo muestran los pies, las manos y un solo ojo. Una cultura muy lejana al mundo de Vogue pero que Diana Vreeland quiso mostrar antes de abandonar la jefatura de la revista.







Durante los años de Vreenland, sus estilistas viajaron por todo el mundo en busca de locaciones para retratar moda, lo que llevaba a que el presupuesto de la revista fuera altísimo. Estos costos y el hecho de que a partir de los '70 la mirada de Vogue viró hacia la mujer trabajadora, que necesitaba ropa cómoda y accesible para enfrentar el día fuera de casa, hicieron que las ideas cargadas de fantasía de Diana ya no tuvieran posibilidad de realizarse. El primer número de 1972 estuvo a cargo de Grace Mirabella, que había sido asistente de Vreeland y quien estaría al mando hasta la llegada de Anna Wntour en 1988.  

Fíjense qué linda esta producción realizada en España, con Raymundo Le Larraian como fotógrafo. La ropa es preciosa y bastante actual les diría...















Y para cerrar la edición de diciembre de 1971, las magníficas flores retratadas por Irving Penn, algo que Vreeland adoraba.










Y con este número se despidió la gran Diana Vreeland de Vogue, para darle paso a una revista más económica y práctica, que así como tuvo detractores también tuvo sus fanáticos. A pesar de su genialidad, de su pasión por la historia de la moda y de sus contactos, Diana quizás debió haber bajado un cambio para entender el rumbo de la industria en los '70 y adaptarse a los nuevos tiempos. Qué sé yo... Si tengo que elegir, me quedo con la fantasía y las bellas imágenes del período Vreeland, sin dudarlo!! Soy una gran admiradora de su trabajo y de su personalidad.

Muy bien amigos, espero que les haya gustado el recorrido de hoy. Cualquier cosa que quieran comentar o sugerir es bienvenida. Les dejo un beso y los espero el miércoles que viene. Buena semana!!!  

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Operación Guy Bourdin: imágenes de 1975 y homenaje de la revista Allure

Fotos: las dos primeras, tomadas de la edición de noviembre de Allure. El resto de www.ciaovogue.com (Copyright Condé Nast). 


Hola amigos, cómo están? Buen miércoles para todos! Quedé complacida al ver que la edición de noviembre de la revista Allure (publicación norteamericana dedicada a la belleza, del mismo grupo de la Vogue) le dedica una nota a la influencia de la fotografía del francés Guy Bourdin (1928-1991) en el maquillaje extremo.

Y ustedes ya saben cuánto amo el trabajo de Guy Bourdin, a pesar de que el señor no era un canto a la paciencia ni a la amabilidad.

Y si indagan un poco en su trabajo de los '60 y de los '70, verán como Bourdin se adelantó genialmente a la explosión de la música disco de fines de los '70 y a los colores y a la exageración de los '80.

Estas son dos de las fotos actuales que acompañan la nota, un respetuoso homenaje al trabajo de Bourdin (fotos de Nicolas Moore).







Según Allure, el maquillaje de las modelos de Guy Bourdin es un referente para los maquilladores actuales. Es más, cuando las tendencias marcan proliferación de colores pasteles, siempre hay maquilladores que prefieren recurrir a momentos "Guy" (pronunciése "GUI"), es decir, a labios rojos lustrosos, a sombras metálicas y pómulos  marcados con fuscia.

Comparto con ustedes algunos de los trabajos de Guy Bourdin de 1975 para la Vogue francesa. Observen la belleza de estas imágenes tomadas de una producción sobre kimonos... El kimono abstraído de su ambiente natural cobra un innegable protagonismo cromático... 











Como muchos genios, Bourdin no era un tipo fácil: meticuloso y demandante, el fotógrafo no era de lo más cariñoso con sus modelos, de hecho, las malas lenguas hablan de escenas de maltrato durante sus trabajos. No lo veremos en el corpus fotográfico que elegí para este post, pero sí es verdad que algunas de las imágenes de Bourdin hablan de sometimiento. A pesar de todo esto, Bourdin fue un fotógrafo estrella en una revista consumida por mujeres...  

Obsesionado con las pelirrojas maquilladas como puertas, en esta imagen vemos a una auténtica chica Bourdin.




Un dato para caerse de espaldas: en su juventud, Bourdin fue discípulo nada más ni nada menos que de Man Ray, el gran fotógrafo surrealista. A su manera y de acuerdo con los límites que le imponía la fotografía de moda (límites que cruzaba una y otra vez), Bourdin también lograba imágenes surrealistas a través de lo artificial del color, de la potente y calurosa luz de tungsteno que usaba para iluminar y de los escenarios.








Muchas de estas imágenes parecen haber sido tomadas hoy, pero no, datan de hace 40 años... Si en pleno siglo XXI nos parecen actuales, imaginen lo impactante que habrán sido en su época... La imagen de abajo en particular me impresiona: pienso en dos peces fuera del agua luchando entre la vida y la muerte... Dicen que en los '70 muchos lectores de la Vogue francesa esperaban ávidos cada nueva edición sólo por los trabajos de dos fotógrafos: Bourdin y Helmut Newton. 







A continuación, dos publicidades de zapatos fotografiadas por Bourdin.




Esta es una de las imágenes más conocidas del fotógrafo maldito: sólo a él se le pudo haber ocurrido semejante composición para vender una marca de zapatos... El zapatito abandonado sobre el césped sintético parece ser el testigo de un crimen, no? 




Ay Guy, habrás sido insoportable pero qué genialidad tenías a la hora de armar una imagen. Gracias por tanto talento! Muy bien amigos, espero que les haya gustado el recorrido... Qué les parecieron las imágenes? Espero sus comentarios! Un beso, hasta la semana que viene!!

jueves, 14 de noviembre de 2013

Fotos de moda de los '50 con una vueltita de tuerca: Frank Horvat

Fotos: "Grace Coddington: memorias" (Turner, 2013) y http://www.horvatland.com


Hola amigos, cómo están? Leyendo el libro de memorias de Grace Coddington, me quedé embelesada con estas dos fotos, publicadas en la Vogue británica en 1959, con una Grace muy teen, de sólo 18 años.







Qué les veo de especiales a estas imágenes? Un punto de vista diferente para la época, a pesar de que la moda tiene la inocencia y la elegancia de aquel entonces: la mujer se involucra más en el juego, no es un mero objeto decorativo. En la primera imagen, fíjense cómo Grace abraza al muchacho y posa su pie entre las piernas abiertas del chico. En la segunda imagen, con los jugadores del Chelsea, Grace parece dominar ella la situación, a pesar de ser una contra cinco.

Y todo esto no es menor, porque las fotografías hablan y nos dicen mucho de la época en las que fueron tomadas.

El autor de estas fotos es Frank Horvat, quien hoy con 85 años sigue trabajando.

Aquí otra imagen de Grace, tomada por Horvat para Elle en 1959.





Y a continuación un trabajo de Frank Horvat realizado en 1955, en Londres, con la modelo Mate Lorenzetti (de la cual no pude encontrar ningún dato!), que me parece interesantísimo: la vemos a Mate medio perdida en la gran ciudad, aunque tratando de integrarse. La pulcra moda de los '50 sale del estudio fotográfico para ser parte de la calle.





Toda una osadía: la señora recibe al cartero en kimono, sin maquillaje y con taco bajo! Lo bueno es que para Horvat la mujer es acción, voluntad.




Una chica de 1955 que no le teme a la calle.




Estas imágenes me recuerdan a un trabajo que realizaría David Bailey en 1962 en New York, con Jean Shrimpton, y que se llamó: "Young ideas go west". No sé si Bailey habría visto previamente este trabajo de Horvart!







Y esta imagen lo resumen todo: sin perder delicadeza, la mujer de 1955 puede ser tan independiente como un hombre, incluso cambiar la llanta de un auto! No deja de haber ironía en la foto con esta chica impecable haciendo un trabajo que requiere fuerza y sudor... Pero está en sintonía con la mujer que nos presenta el fotógrafo, más integrada a la vida real, fuera de su cajita de cristal.




Y, qué les parecieron las imágenes? Creo que este trabajo en Londres no se publicó en su momento, sino que fue un ensayo del fotógrafo. A primera vista quizás no llame mucho la atención, pero es muy diferente a lo que la fotografía de moda ofrecía en los '50. 

Disculpen la demora en el posteo, cuando escribía esto el martes estaba de tan mal humor que no me salían las palabras, ja!!! Les dejo un beso, hasta la semana que viene!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Educando a las hermanas Ocampo


Fotos vintage: tomadas del catálogo "La Gran Ilusión: vida cotidiana en Villa Ocampo durante la Belle Époque" - www.villaocampo.org


Hola amigos, cómo están? Gracias por esperarme estas semanas!!! El fin de semana pasado visité la Villa Ocampo, que fue propiedad de la aristocrática familia argentina de igual nombre que tuvo entre sus miembros a dos importantes escritoras: Victoria (1890-1979) y Silvina (1903-1993), la mayor y la más pequeña de las seis hermanas Ocampo, respectivamente. 

La antigua mansión de estilo victoriano es ahora propiedad de la Unesco y puede visitarse, lo cual es una experiencia única para los que amamos el pasado. Y para los que no lo aman también, por qué no.

Imponente...




Piensen en una época en que las clases medias recién iban asomando sus cabezas gracias a la prosperidad que se vivía en Europa y que de rebote también vivíamos en Argentina. Piensen en una época en la que la oligarquía argentina se iba desprendiendo de su estilo colonial para dejarse influir por Francia e Inglaterra. Estamos hablando de fines del siglo XIX y comienzos del XX, período conocido como Belle Époque, y que realmente lo fue contrastado con lo que se vendría a partir de la Primera Guerra Mundial, en 1914.

Pensemos en una época en la que los niños de las clases altas eran educados por institutrices inglesas y francesas en sus propias casas, y en la que sus rutinas estaban fuertemente pautadas, como así también todos los quehaceres domésticos y la recreación. Familias acomodadas, como la de los Ocampo, vivían en el centro de Buenos Aires y pasaban sus veranos alejados de la ciudad, y esto fue lo que motivó la construcción en 1890 de la Villa Ocampo, en San Isidro (provincia de Buenos Aires), de cara al Río de la Plata. 1890, año que también vio nacer a la mayor de las hermanas Ocampo, Victoria, quien a partir de 1941 ocuparía la casa definitivamente.

   
1911: Francisca (Pancha), una de las seis hermanas Ocampo, junto a la cancha de tenis en el jardín de Villa Ocampo.  




En aquella época no se jugaba al tenis en short o en pollerita, sino de estricto largo, aunque un poco más suelto que lo que imponía el código de vestimenta de la primera década del siglo XX. Para ese entonces, el corset tendía a desaparecer y la cintura a subir, pero hubo unos años en los que se usó la poco feliz moda de la falda trabada (importada de Europa, desde ya!), que prácticamente les impedía el paso a las pobres señoras. Por suerte, esa tendencia duró poco... Ya bastantes restricciones teníamos las mujeres por aquellos años!
  



2013: la que suscribe junto a un taxi de 1905-1906, en los jardines de Villa Ocampo.




La fuerte presencia de Victoria Ocampo en la vida intelectual argentina desde su adolescencia hasta su muerte en 1979 está sin duda ligada a la exquisita y estricta educación que recibió desde niña como miembro de una familia adinerada e influyente: una institutriz para todas las materias en francés, otra para las materias en inglés, clases de música, labores y una devoción por el conocimiento. 

Podrá gustarles o no, es discutible, pero Victoria ("Vic", como la llamaban) no se andaba con chiquitas: si bien terminó sucumbiendo al matrimonio, realmente lo ponía en duda porque pensaba que interferiría en su carrera intelectual. Como así fue, terminó separándose en 1914, luego de dos años de casada. Y nunca más volvió a casarse. Tampoco tuvo hijos. Fue la primera mujer en recibir registro de conductora en Argentina y fue la fundadora de la editorial Sur... Todo esto en una época en que las mujeres ni siquiera votábamos... Sin duda su "buen" apellido debe haber contribuido a las libertades que se permitió en una época difícil para nosotras, pero en la misma época la tenemos a la poetiza Alfonsina Storni, sin linaje y sin un centavo, que también rompió el molde...

1907: una joven Victoria Ocampo con una de las mascotas de la familia, la cabra Blanchette, en el jardín de Villa Ocampo. 





1907: Victoria y Silvina Ocampo, y Blanchette, en el jardín de la Villa. Trece años separaban a Victoria de Silvina, la más joven de las Ocampo y la que luego sería la mujer de Adolfo Bioy Casares. Se dice que Victoria siempre quiso ser escritora de ficción, pero la que demostró talento para este menester fue la más chica.





1911: Angélica, otra de las hermanas, en la "pelouse" (césped!) de Villa Ocampo. Fíjense en la foto de abajo: hoy se mantiene la misma fuente.







Mientras iba recorriendo las diferentes habitaciones de la mansión, pensaba en lo que sería la vida de estas muchachas en pleno verano bonaerense en los primeros años del siglo XX: sus juegos, sus risitas, sus lecturas en francés, sus mil obligaciones de nenas "bien", las comidas en familia, sus vestidos de telas claras y livianas y un intenso olor a jazmín como hilo conductor. Hasta mediados de noviembre, la Villa Ocampo estará ambientada para la exposición "La Gran Ilusión: vida cotidiana en Villa Ocampo durante la Belle Époque", que fue la que inspiró este post. 

1912: Victoria Ocampo embarcada rumbo a Europa. Fíjense qué desafiante... 




Muy bien amigos, les agradezco muchísimo por volver a pasar por el blog, ojalá hayan disfrutada el recorrido de hoy. Les dejo un beso, hasta la semana que viene!