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miércoles, 19 de junio de 2013

From me to you: postales vintage

Fotos: colección personal


Hola amigos, cómo están? Buen miércoles para todos! Creo que nadie puede negar que hoy es muy fácil comunicarse con la gente que está lejos, no? Hasta hace no mucho tiempo, teníamos el teléfono y las cartas escritas y listo.. En mi adolescencia, entre fines de los '80 y comienzos de los '90, me escribía cartas con gente de todo el mundo ("pen pals"), y recuerdo que era toda una ceremonia redactar la carta, incluir algún regalito en el sobre, llevarla al correo y luego esperar la respuesta. Fue uno de los hobbies que más disfruté por aquellos años. Como se imaginarán, la respuesta a nuestra carta podía tardar semanas e incluso meses... Hoy no tendríamos tanta paciencia, no?

Imaginen cómo habrán sido las comunicaciones hace 40, 60, 100 años... Una de las costumbres en la primera mitad del siglo XX era imprimir tarjetas postales con la foto de los niños de la familia, del matrimonio o del que fuera para luego enviar a los parientes y amigos lejanos. Esta era la forma de ir viendo la evolución de la familia. Y hoy, las postales que sobrevivieron nos ayudan a reconstruir la historia de la moda y de las costumbres.

Veamos...


1916: de Mariana de Rosario para Trinidad de Arroyito.  

Adoro esta postal: una chica que le manda sus mejores deseos a su amiga, y para ello se viste de española con escenografía incluida. 




Y más valor tiene esta postal porque incluye el texto "... tu amiga que te quiere y no te olvida...". Me parece hermoso, y estamos a casi 100 años de este envío.





1910-1920: los pequeños.

Los niños de la familia eran protagonistas absolutos de estas postales, y me asombra ver cómo en los primeros años del siglo XX la moda infantil casi no permitía distinguir a nenas de varones. La primera es una nena (se alcanza a ver un arito colgando de su oreja izquierda) y el segundo es un varoncito con unos dudosos zapatos blancos.









Años '20: a peinarse que salen en la foto. 

Aparecer en estas postales obligaba a acicalarse y a ponerse las mejores pilchas. Dos claros ejemplos de los años '20, con el pelo ondeado a mano, collares de perlas y telas fluidas. Divinas.  









Años '30: recuerdo de un paseo.

Esta imagen estimo que cabalga entre fines de los '20 y comienzos de los '30, ya que el sombrero y el saco cuadrado del señor gritan años '20, pero a la señora la vemos más moderna con su vestido largo ceñido a la cintura... Quizás la señora era toda una fashionista, vestida según las tendencias que dictaba París, y el señor se conformaba con la ropa de años anteriores...






Años '40: en tiempos de guerra, buena cara.

La foto de abajo es una de mis favoritas: una pareja paseando por una desolada Mar del Plata en marzo de 1943. Ella lleva el típico pantalón ancho y de tiro alto de la época (que estimo sólo se usaba en situaciones muy informales), además de un pañuelo anudado en la cabeza, y él porta todo el aplomo de unos bigotes frondosos y la elegancia intacta de esta década. Me encantan, podrían perfectamente ser mis abuelos.





Otra de mis favoritas: tres amigas que exponen la moda de la época: canelones (en inglés se les dice "victory rolls") en la parte delantera de la cabeza (a veces se usaban almohadillas dentro de los rolls para que tuvieran una buena estructura), sweaters entallados, blazers con hombreras, faldas cuadradas a la rodilla y zapatos con plataforma. Se me ocurre que son tres estudiantes de enfermería en un momento de ocio...





Y esta imagen la agrego porque me encanta, pero no es una postal, sino una foto común en papel fotográfico. Por el traje de baño de la chica calculo que fue tomada a fines de los '40 o a comienzos de los '50. Muy simpática, no?





Para cerrar, una costumbre típica de décadas pasadas: sacarse una foto de estudio, bien iluminada y profesional, para regalarle al novio. La chica de la foto es mi mamá, en 1969, y justamente entre ella y mi papá hubo un tema de comunicación a la distancia, ya que durante su noviazgo ella vivía en Mendoza y mi papá en Buenos Aires.





Como ven, hace 50 años no existía Internet pero la gente igual se comunicaba a pesar de las distancias. De una forma más rústica, pero lo hacía de todas maneras. Las postales con fotos personales guardan historias de esas distancias, y por eso las colecciono, y por eso me encanta compartirlas con ustedes. Espero que hayan disfrutado el post, les dejo un beso y espero sus comentarios o lo que quieran compartir. Hasta la semana que viene!!!

4 comentarios:

  1. Que preciosa colección, me encanta!!! y tu mami guapisima. Yo adoro recibir postales, con su sello y franqueo del país, mi familia y amigos lo saben y siempre que viajan me envían alguna postal por correo y yo aprecio un montón que se molesten en comprar sellos y enviarla con el poco tiempo que siempre hay en los viajes... y aunque yo pueda parecer un poco loca, también me envío, a mi misma postales cuando viajo jajajajjaja si lo se, es raro...
    Es una pena que todo ese proceso tan encantador desaparezca con los años, pero bueno, siempre nos quedaran colecciones como la tuya que admirar.
    Ufff madre mia normalmente no suelo escribir comentarios tan largossss, el tema me ha emocionado jajjaja :D
    Feliz semana y un abrazo
    May

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  2. Ay, Marian, me enamoré de esta entrada, qué bonitas postales y desde luego que me parecen familiares ya que revisando las cajas y cajones de mi abuela habían muchas de esas postales, con los chicos y la familia. Tengo una que atesoro de mi abuela con sus padres y hermano, todos arregladitos y con escenografía, esas fotografías de estudio. Está la original y una en forma de postal.
    También habían las de paisajes, generalmente con toda la parte de atrás escrita, y las cartas...qué linda costumbre.
    Gracias por compartir la imagen de tu mamá, estaba guapísima con su cabello oscuro y tan bonito, te parecés mucho a ella.
    Adoré todo.
    Un beso!
    Jazmín.

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  3. Que linda entrada! algunas fotos me recordaron a las que tiene mi mama en su viejo album! y tu mama se ve hermosisisima y elegante!!!
    Saludos ♥

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  4. Muero por esas costumbres perdidas, soy pura nostalgia!!!
    Me resulta encantador pensar en las personas que retrataban a sus niños -o a ellos mismos- con la intención de hacer llegar salutaciones, un gesto conmovedor.
    Yo a mi modo trato de repetirlo y por ejemplo para fin de año, mando -por mail, obvio- una foto con amore deseando lo mejor para el año que comienza... algo es algo; ja!
    Besitos, Marian... Buen feriado:>

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