domingo, 30 de mayo de 2010

Belleza atemporal

La modelo británica Karen Elson es perfecta para producciones de época, ya que tiene una extraña belleza que inmediatamente remite al pasado y, por qué no, a otra galaxia.

En la Vogue USA de junio de 2010, la directora creativa Grace Coddington volvió a embelesarme con una producción protagonizada por Karen y su marido, el músico Jack White. Es la primera vez que posan juntos para una revista. Y como era de esperar, todos los looks de la modelo, cantante y compositora tienen airecitos vintage.

Me tranquilizó ver que en la Vogue hablan de un look vintage, refiriéndose a prendas nuevas que se asemejan por su forma, estampado y/o telas a prendas de otras épocas. Digo que me tranquiliza porque eso amplía las posibilidades de este blog! Aunque habría que ver si en este caso un look vintage es lo mismo que un look retro. Porque aparentemente no serían lo mismo. Bueno, ahora no importa, ya lo iré viendo a medida que avance con el blog.

Frock & Roll – Vogue USA Junio 2010. Fotos: Annie Leibovitz. Textos: Jonathan Van Meter. Editora de Moda: Grace Coddington.

Karen con un look años ’30 (la gente que la acompaña son los miembros de su banda). Tiene ropa de Rochas y Moschino.



Karen y reminiscencias de las heroínas pre-rafaelistas (con un vestido de Ralph Lauren Blue Label). La acompaña su marido, Jack White. El pre-rafaelismo fue un movimiento de pintores, poetas y críticos ingleses que comenzó en 1848.



Imágenes que inspiran el look pre-rafaelista de Karen.


John William Waterhouse, “The lady of Shallot”




Dante Gabriel Rossetti, “Lady Lilith”



Una belleza, adorable, no?

sábado, 29 de mayo de 2010

Muchachas de los años locos

Foto: Edward Steichen, 1928 (imagen del archivo de Condé Nast)

Adoro esta foto de Steichen (Luxemburgo 1879 – EEUU 1973). Me transmite calma y cierta curiosidad. ¿Qué están mirando estas chicas de fines de los años ‘20? ¿Dónde es que están exactamente? ¿En un barco? ¿En una terraza? Me encantan los cuatro perfiles alineados con sus sombreritos. Y mirando un poco la moda de aquella época, está claro que Coco Chanel ya había dejando su impronta liberando la silueta femenina y haciéndola más adecuada para el día a día.

Curiosamente, hace unos días, en la feria Puro Diseño en Buenos Aires, vi muchos sombreritos parecidos a los de esta época. Y las boinas, bueno, creo que nunca dejaron de estar de moda. A los porteños nos cuesta ponernos un sombrero, perdimos por completo la costumbre a lo largo de los años, pero qué divinos que son. Y con el viento que tenemos en esta ciudad, nos vendrían más que bien.

Los blazers grandes como los de la foto también volvieron a usarse, después de años de tiranía de los blazers diminutos que prácticamente no cerraban. En muchas de sus colecciones, la diseñadora británica Stella McCartney incorporó el blazer largo y más recto, no tan entallado, para citar sólo un ejemplo (también se usó en los ’80 si la memoria no me falla!). Quizás las polleras plisadas por debajo de la rodilla sí sean demasiado representativas de esa época y se vean muy pasadas de moda en pleno siglo XXI, pero… ¿Quién sabe? Quizás vuelvan. Del collar de perlas nos hay mucho para agregar, es el producto vintage por excelencia.

Y los zapatos con aires retro (que no sería lo mismo que vintage) siempre están presentes en los diseños de autor. Quizás por eso esta foto no me parezca tan lejana. Además, soy una particular fanática de la moda de los años ’20, de esa silueta más recta que escondía las curvas femeninas. Y ni hablar del corte a la garçon!!!!

En la edición de VOGUE USA de septiembre de 2007 (en la que se basa la película “The September Issue”), se publicó una excelente producción de la Directora Creativa de la revista, Grace Coddington, fotografiada por Steven Meisel, que rinde un tierno homenaje a los años ’20 con ropa actual de diseñadores como John Galliano, entre otros. Quizás ya la hayan visto pero siempre está bueno tenerla presente, porque realmente es un trabajo impecable y mágico. Me transporta...
Paris Je T'aime - Vogue USA Septiembre 2007 - Fotos: Steven Meisel - Productora de Moda: Grace Coddington









Mi propia experiencia vintage

En el año 1995, compré por primera vez ropa en una feria americana. En ese momento no se le decía coquetamente “vintage” a la ropa usada o de otras épocas, sino simplemente ropa vieja, y mis conocidos me ponían carita de asco cuando les contaba que me gustaba visitar estos negocios. Y debo admitir que algunas de las ferias americanas que visité hace mucho sí daban un poquito de impresión, con ese fuerte olor a humedad y la sutil presencia de los fantasmas de aquellos que alguna vez vistieron las prendas exhibidas en los percheros.




Según lo que leí, “vintage” (“cosecha” en inglés) es un término que se acuñó recién en el siglo XXI, aunque parezca mentira. Pero es verdad, no hace tanto que empezamos a escuchar y leer “vintage” en todas partes. Incluso a los outlets de marcas de ropa que venden prendas de temporadas anteriores a precios más bajos les dicen vintage. Y si bien creo que no existe una definición académica sobre el “vintage” aplicado a la moda (si alguien la leyó en alguna parte, bienvenida sea!), vintage no se refiere a lo de hace dos o tres temporadas, sino a aquellos ítems que han sobrevivido por décadas (dicen que mínimo dos décadas, aunque no sé si es tan así), convirtiéndose en clásicos con vigencia. Tener un look vintage entiendo que no es copiar exactamente todo lo que caracterizó a un momento de la moda, sino tomar una prenda o accesorio e integrarlo a un look actual y original. El gran desafío del vintage justamente es lograr que algo viejo llame la atención por lindo, pero no por viejo.




La última vez que compré ropa vintage fue en 2001 (un tapado de piel falsa de los ’60 y una blusa bordada, que estimo que es de los ‘70), luego me olvidé del tema hasta hace poco, al ver que el vintage era tan visitado por bloggers y celebrities y que se había convertido en un verdadero estilo. Y me dieron ganas nuevamente de salir a buscar tesoros para, aunque parezca una paradoja, renovar mis looks. Y también me dieron ganas de ir escribiendo sobre todo lo que me vaya pasando con este estilo y sobre todo lo que me inspire. A soñar entonces.