miércoles, 29 de junio de 2011

Musas vintage: Michelle Pfeiffer



Hola amigos, cómo están? Qué bella Michelle, no? Hoy a los 53 años por supuesto que sigue siendo una hermosura, pero en la película "Scarface" (1983, dirigida por Brian De Palma y protagonizada por al Pacino), tiene un halo especial. No es que haga de Heidi en el film (las luchas entre narcotraficantes, la violencia extrema y el consumo de cocaína están a la orden del día en la película, y Michelle hace de la amante de un narco, y luego se engancha con un cubano aspirante a narco, Al Pacino), pero así y todo, dejando de lado el contenido fuerte del film, la belleza de Michelle a los 24/25 años interpretando el personaje de Elvira Hancock es para rescatar. Por eso es una de nuestras musas vintage.

Y como siempre, analizamos como vestían nuestras musas. No recuerdo exactamente en qué año transcurre la película (la película original es de 1932, y transcurre en los años '20, la que a su vez está basada en una novela), pero por lo que veo en las fotos debe ser entre fines de los '70 y comienzos de los '80. Sin embargo, el look de Michelle es bastante atemporal. Les muestro:  

Vestidos largos super escotados, de espalda descubierta, para usar sin sostén: no es un estilo de vestido que yo usaría, pero queda muy sexy. Un estilo parecido, pero menos escotado, se usó en los años '30 también (ver aquí y aquí). Es un tipo de vestido que también remite a los años dorados del mítico boliche neoyorkino "Studio 54".

 






 

Un estilo muy cercano a la lencería, no? Vieron que en todas las temporadas siempre hay diseñadores que apuestan al estilo lencero con satenes, transparencias, puntillas y este tipo de prendas con breteles finitos?








Una de las características que llama la atención del personaje de Michelle en "Scarface" es que su preciosa cara de ángel se contrapone a su estilo de vida y a la gente pesada de la que se rodea. No es un sueño esta carita aniñada? Y el cabello? Miren las cejas peinadas hacia arriba, bien al estilo de los '80.


 

 

 

Esta "angel face" también tiene poses muy sexies como esta, con el cigarrillo en una disco. Muy poca joyería: aros, un anillo y brazalete. Y uñas muy largas.

 


Es vestido amarillo con blusón ya me inspiró para mis próximas visitas a ferias vintage... Esta debe haber sido una foto promocional de la película.



Otro look para Elvira Hancock: traje con falda, capelina y lentes de sol. Muy linda, no?


En esta foto la veo idéntica a la cantante Debbie Harry, de Blondie.

 

Último look: vestido de novia bien ochentoso.


Sin dudas, muchos hombres se habrán vuelto locos con la Michelle Pfeiffer de esta época... No los culpo, es y era realmente bella.

Espero que les haya gustado esta musa vintage. Les dejo un beso, nos vemos el viernes. Ah, muy bienvenidas las nuevas seguidoras!!! Gracias por sumarse a las sensaciones vintage!!

lunes, 27 de junio de 2011

Qué cinturita!!!!

Hola amigos, cómo están? No sé si algunos recuerdan que en los años '80 el cinturón fue uno de los grandes protagonistas en los outfits: por lo general se usaban bien anchos, e incluso había elastizados con hebillas enormes. No eran lo más cómodo del mundo, pero a veces la moda no piensa en comodidad, no? Yo recuerdo que usaba los elastizados para cubrir la unión entre la falda y la remera, pero con los movimientos la ropa se escapaba y uno se cansaba y terminaba revoleando el cinto por los aires...

Leyendo el blog de Judy Aldridge, me enteré de que en la primera película de Sex and the City Carrie (bueno, en realidad la vestuarista Patricia Field) rescata un tipo de cinturón que se usó en los '80: los hermosos cinturones de Christopher Ross (New York), cuyas hebillas -con baño de plata u oro- tienen formas de animales, bellamente talladas y muy bien logradas.

Vi la película 101 veces pero no recuerdo haber visto dicho cinturón, así que si alguno lo ve por favor me avisa en qué escena, puede ser? El cinturón tiene la cabeza de un elefante plateado, según comenta Judy en su blog.

Pero bueno, no necesitamos ver la peli para apreciar estos cinturones, ya que la misma Judy se encarga de coleccionarlos y mostrarlos en su blog (uno de estos nuevos llega a superar los mil dólares, los usados salen un poco menos, por supuesto).







 A simple vista asustan un poco, no? Miren cómo queda uno puesto:




Cómo dicen los norteamericanos, estos cinturones son realmente "statement pieces", algo que no tiene una traducción literal en castellano, pero que pensado en rioplatense sería algo así como "me pongo este cinturón para que me vean... Aquí estoy".

Encontré fotos de otros ejemplares en E-bay:





Esos ojitos dan un poco de miedo, no? Igual me encanta...

Para empezar con el vintage, el cinturón es una buena alternativa: puede ser metálico (mejor si es dorado) o bien ancho, como en los '80. Los cinturones con varias cadenas y monedas también tienen un aire ochentoso.

Aquí les dejo mi pequeña contribución, muy lejos obviamente del esplendor de los cinturones de Christopher Ross:



Sin dudas, las piezas en un buen dorado (metálicas, no de plástico) son "statement pieces" y evocan un glamour perdido. Como ya les conté en otro posts, hasta hace un año yo odiaba el dorado, pero adentrarme en el vintage me hizo amarlo cada vez más e incorporarlo.

Volviendo a los cinturones... Se animarían a usarlos? Yo sí, sin dudarlo. 

Espero que hayan empezado muy bien la semana, un beso grande y hasta el miércoles! 

viernes, 24 de junio de 2011

Recorridas vintage: Feria Ameriana “Aventura”

Hola amigos, cómo están? A mediados de los ’90, cuando yo era una joven estudiante de Letras y Periodismo y usaba el pelo re-largo y no tenía un mango porque todo se me iba en apuntes y libros, empecé a recorrer ferias americanas en busca de alternativas económicas. En esa época el término “vintage” ni se mencionaba, y la ropa usada estaba mal vista. Las ferias americanas de aquel entonces tenían mucho olor a humedad, y era difícil encontrar prendas en buen estado. Pero bueno, así y todo, me gustaba recorrer estos lugares y siempre encontraba algo por $2,50. En ese momento yo era una apasionada de los blazers, eran mi caballito de batalla.


Uno de los lugares en los que compré un par de prendas allá en los ‘90 aún existe, en Balvanera (Ciudad de Buenos Aires), exactamente en Rivadavia al 3484. Hoy se llama  "Aventura”, y supongo que en ese momento también. Su dueña es una señora joven muy simpática llamada Valeria y ya lleva 20 años en el barrio, lo que no es poca cosa.

El sábado pasado nos dimos una vuelta con mi novio César, porque había leído en el blog de Ellie que si bien la feria por fuera pasa inadvertida, por dentro es un mundo. Y efectivamente así es. Un mundo en el que se necesita la guía de Valeria, que sabe bien qué ofrecerte dentro de los 5000 artículos disponibles.

Les soy sincera: no la recorrí por completo, porque en seguida me puse a hablar con Valeria y le dije exactamente lo que buscaba, así que ella nos llevó por unos pasadizos secretos hasta otra habitación del local en la que encontramos un impermeable perfecto para mi novio y una chaqueta de cuero con patchwork para mí. Pasen y vean:












 
En mi rápida recorrida vi buenos abrigos (incluso bastante camel, el hit de la temporada) y pilotos. También hay ropa para teatro, ropa nueva en buen estado que a las marcas les queda como excedente y carteras. Reconocí poco vintage (con esto me refiero a prendas que tengan más de 20 años, ya que "usado" no es sinónimo de vintage), pero como les dije, hice una recorrida veloz. Seguramente les podré decir más después de mi próxima visita. Lo bueno de estos locales es que renuevan su stock permanentemente. Otras características de la feria es que tiene intercambio de ropa sin desembolso de dinero y se hacen envíos al interior (Tel.: 4862-1100).

El impermeable de mi novio es super clásico, algo que nunca pasará de moda, y mi chaqueta tiene unos aires setentosos, pero perfectamente pudo haber sido confeccionada hace 10 años. Al impermeable no hay que hacerle nada, a la chaqueta una limpieza y un par de costuras (y bueno, todo no se puede!). Total de la compra = 70 pesos argentinos… Increíble, no?

Bueno, espero que estas reseñas les resulten útiles a la hora de incursionar en la ropa usada y en el vintage, alternativas para las cuales no se necesita mucha plata, lo que es mucho decir en esta Buenos Aires cada vez más cara. También, como les conté en otro momento, hay que disfrutar de la experiencia de revolver ropa, elegir, mirar con atención, medirse, descartar, etc, etc. No todo el mundo tiene paciencia para esto!!!!!

Espero que les hayan gustado los hallazgos, les dejo un beso inmenso y que tengan un excelente finde. Nos estamos viendo el lunes!!!!

miércoles, 22 de junio de 2011

Una diseñadora vintage de colección: Janice Wainwright

Fotos y fuentes de información: www.vintagefashionguild.org, Shrimpton Couture, Vogue España, www.vintage-a-peel.co.uk


Hola amigos, cómo están? Me había despedido hasta el lunes, pero como fue feriado aproveché para hacer una maratón de la serie “Gossip Girl” en casa y no me quedó tiempo para postear. Así que aquí estoy, empezando la semana en “Sensación Vintage”, aunque les confieso que todos los días estoy pensando en qué ofrecerles en el blog, y es realmente un placer, porque el vintage no tiene fin. Cada día descubro más y más información interesante. Muy bienvenidas las nuevas seguidoras, mil gracias por sumarse.

Un look actual que llegó hace rato para quedarse es el boho-chic, aquel que toma elementos de la moda de fines de los ’60 y comienzos de los ’70 (y las influencias de Oriente que la moda tuvo en ese entonces) y que hoy se traduce en túnicas, camisolas, vestidos largos, gasas, transparencias, pieles, gamuza, chalecos, flecos, tejidos, pantalones Oxford, plataformas, bijou étnica, anteojos oversize, capelinas, etc.


Angela Lindvall con un look boho-chic actual para la revista Vogue

 





Como saben, me gusta ir a las fuentes, por eso estoy investigando sobre los diseñadores más importantes del período en el que se basa el boho-chic, y hoy les voy a mostrar algunos diseños de la británica Janice Wainwright, que nació en 1940 y aún vive.

Janice se hizo conocida en Inglaterra entre 1965 y 1969 cuando trabajó para la firma “Simon Massey”. Durante esa época sus diseños eran juveniles y coloridos, y fíjense qué interesante cómo era la etiqueta de las prendas que Janice diseñó por aquel entonces: se nombraba a la casa y al diseñador, cosa que hoy no pasa con muchas de las marcas que conocemos. Es decir que en ese momento el nombre de esta diseñadora tenía mucho peso, más allá de que diseñara para una marca no propia.

Diseño de Wainwright para "Simon Massey" de los años '60

 




En 1970, fundó su propia marca, “Janice Wainwright at Forty Seven Poland Street”, y partir de allí comenzó a realizar diseños más complejos, a teñir las telas, a usar jersey, chifón, crepe, corte al bies, y también se animó a la sastrería y al bordado, inspirándose en los motivos del Art Decó. Hoy por hoy, en el mercado vintage, las buenas telas, las buenas confecciones y los trabajos hechos a mano son altamente valorados, por eso una prenda vintage puede llegar a ser carísima. Obviamente que en su valor influye la antigüedad y el diseñador. Y otra cosa fundamental es que la prenda pueda ser utilizada hoy en día: por eso diseños como los de Halston, Ossie Clark, Thea Porter, Valentino y Janice Wainwright, entre muchísimos otros diseñadores, son muy buscados y adorados, ya que son prendas de calidad eterna y look atemporal.

De ahora en más, diseños de Janice Wainwright. Uno más lindo que otro.

 





Mi favorito: fíjense en la próxima foto el trabajo de cintas sobre el tul.















En 1974, la marca de Janice pasó a llamarse simplemente “Janice Wainwright”, y continuó con su sello personal de trabajar la superficie de la tela con cintas de satén y bordados con hilos plateado. La marca se mantuvo hasta 1990. En los ’80, a pesar de la extravagancia de la época, Janice volvió a las telas y diseños más simples que la habían caracterizado en los ’60. Sus piezas de los ’70 son muy buscadas por los amantes del vintage, pero no hay mucho en el mercado, lo que implica obviamente que no mucha gente quizo desprenderse de sus auténticos Janice Wainwright. Algo así nos podría pasar dentro de algunos años con prendas de diseño argentino como las de Pablo Ramírez, o algunas de Mariano Toledo, o de Min Agostini o Laura Valenzuela, sólo por citar injustamente a unos pocos compatriotas. Me encanta rescatar a estos diseñadores vintage para buscar inspiración y para saber elegir mejor a la hora de comprar alguna prenda antigua. Obvio que los diseños de Janice Wainwright nos quedan muy lejos, pero siempre hay alternativas más accesibles de diseñadores locales… La cuestión es encontrarlas!!!!!
















Me recuerda un poco a Elsa Schiaparelli.



Espero que les haya gustado el post, les dejo un beso gigante y los espero el viernes.

jueves, 16 de junio de 2011

Otro look de Cecilia Tallis (Keira Knightley en “Atonement”)


Fotos: stills de la película, Shrimpton Couture - Dibujos y fuente de información: www.fashion-era.com


Hola amigos, cómo están? Sigo con mi obsesión por la película “Atonement” (Expiación, deseo y pecado, 2007, dirigida por Joe Wright), especialmente por el personaje que interpreta Keira Knightley, la aristocrática Cecilia Tallis.

Cuando les mostré aquí el bellísimo vestido verde que Keira usó en algunas escenas de la película, Mati de Tendenciera comentó que a ella también le había gustado la ropa que lleva Cecilia Tallis cuando se sumerge en la fuente del jardín de la mansión de los Tallis… A mí también, Mati. Tanto me gustó lo que ella lleva puesto en esa escena, que le dedico este post.


Lo que Keira lleva en esta escena podríamos decir que es un atuendo práctico de “entrecasa”, aunque hasta principios de los años ’30 (la escena transcurre en 1935) las mujeres adineradas no necesitaban vestirse en forma práctica, ya que todas las tareas del hogar estaban a cargo del personal doméstico. Pero es justo en esta década que la mujer empieza a estar más ocupada en diferentes actividades, incluidas las deportivas, es así que surge ropa más cómoda para el día y ropa más glamorosa para la noche.






En la escena de la fuente, que transcurre en una tarde muy calurosa, Cecilia Tallis se saca la blusa y la pollera (que por lo que veo en la foto parece un delantal), y se queda con una enagua, para sumergirse en el agua de la fuente y buscar el asa de un jarrón que acaba de romperse. En la escena hay varias cosas en juego: su amor/odio por Robbie -el hijo del ama de llaves-, seducción, lucha de poder, cierta desfachatez y obstinación. Cuando Cecilia sale del agua, tiene la enagua pegada al cuerpo, y así mojada y todo vuelve a ponerse la blusa y la pollera. Hay que verla, es muy hermosa.


Para situarnos en la época: la década de 1930 se caracterizó por la vuelta a una silueta más femenina (que había quedado relegada por las formas rectas de los años ’20), con cintura ajustada y un largo que prácticamente cubría la pantorrilla. Las formas sinuosas de los vestidos y su hermosa caída se lograban gracias al corte al bies, que se puso muy de moda en esta década.





Hacia finales de los años ’30, se comenzaron a comercializar las medias de nylon, y en 1933 la diseñadora Elsa Schiaparelli hizo popular el uso del cierre en la ropa, que ya había sido inventado en 1893. Dos detalles que facilitarían las cosas a la hora de vestirse.





En esta década también se mejoraron algunas telas, como el rayón, que pasó a ser la alternativa económica de la seda, aunque la seda era la tela por excelencia para los trajes de noche. Incluso el algodón dejó de ser considerado un material barato para ropa de trabajo, y hasta la misma Chanel lo empezó a incorporar a sus creaciones. Si no me equivoco, la falda tipo delantal que lleva Keira en esta escena es de algodón, y la blusa de algún tipo de gasa.




Un detalle que quizás no se condiga mucho con la época son las cejas de Cecilia: en los años ’30, las cejas se usaban finitas, con mucha altura y largas, lo cual daba una mirada de sorpresa. Se depilaban o se afeitaban por completo y luego se marcaba la línea con un lápiz. Quizás el personaje de Keira, joven y aristócrata, no siguiera las tendencias en maquillaje (habría que leer la novela original de Ian McEwan para ver cómo la describe). De hecho, a Keira la maquillaron muy poco (según lo que leí, no lleva base de maquillaje en la escena del vestido verde), para que no se viera de más edad.

Otro dato interesante es que en esta década se mejoró la técnica de permanente para el cabello, por eso es muy común que las mujeres lo llevaran corto y rizado, con un aspecto suave y agradable, tal como vemos en el personaje de Keira.



Los sombreros de esta década eran más bien pequeños (si los comparamos con los de principio de siglo), y se usaban de costado. Este hermoso sombrero de ala ancha en rafia seguramente responda a que Cecilia lo usaba para protegerse del sol y en el contexto de su propia casa, no para la ciudad.    



Sinceramente amigos, la moda de los años ’30 es muy interesante (en términos históricos, pensemos que está entre el desastre económico de 1929 y el comienzo de la segunda guerra mundial en 1939), pero dejaré material para futuros posts. No es cuestión de aburrirlos tampoco, no?

Espero que este pantallazo de los años ’30 a partir de un personaje de ficción les haya gustado, y que les aporte un granito de arena a los amantes del vestuario de época.





Un beso gigante para todos, muy buen fin de semana y hasta el lunes!!!!