martes, 31 de agosto de 2010

Caminando por nuestra propia alfombra roja, según Rachel


Foto Rachel Zoe: www.rachelzoe.com (sección "Pics") - Fotos alfombra roja: www.style.com



Uno de los mejores capítulos del libro de Rachel Zoe "Style A to Zoe. The art of fashion, beauty & everything" (Grand Central Publishing, 2007) es sin dudas "Life is a red carpet" ("La vida es una alfombra roja").

Rachel parte de las premisas de que no hace falta ser famoso para vivir un momento de alfombra roja y que "cualquier motivo para vestirse bien es absolutamente razonable". No podría estar más de acuerdo con Rachel, tiene toda la razón.

Por ejemplo, hace un par de semanas con mi grupo de trabajo presentamos un libro sobre mercado de capitales (del cual fui la correctora, y mis compañeros y jefa los autores). Si bien la presentación era sencilla y sin demasiadas pompas, para mí era un hecho que merecía festejo (ya que ese libro resumía dos años de trabajo intenso), y por lo tanto ameritaba vestirse muy bien, no de largo pero sí de cóctel. Pero no todos lo entendieron de la misma manera, y yo me sentí demasiado bien vestida con un tapado dorado y stilettos, de hecho todos me decían "pero qué elegante, cómo brillás!". Estaba demasiado bien vestida pero me sentía halagada y cómoda, porque estaba convencida de la elección que había hecho. Estaba segura de que el motivo de la celebración bien lo merecía.

Por eso me siento muy identificada con este capítulo (el dos) del libro de Rachel. Según ella, una vez que elegiste qué ponerte para determinado evento, no te tenés que sentir inseguro ni dar excusas. En caso de ir a una fiesta o lo que fuere demasiado bien vestido, ¿qué es lo peor que puede pasar?, se pregunta Rachel Zoe, ¿que seas el que mejor se ve en el salón? No es tan dramático, no?

Este post va acompañado de fotos de clientas de Rachel, todas celebridades de Hollywood, en diferentes alfombras rojas. Rachel sí que sabe cómo favorecer a sus chicas, no les parece?


Jennifer Garner con un Valentino vintage, en la entrega de los Oscars de 2004. Este vestido no podría gustarme más...


"Vestirse bien tiene que ver con celebrar, con vivir la vida [...] Podría ser para un aniversario o para un cumpleaños, para festejar un ascenso en el trabajo o para una animada reunión con amigos. Sea la ocasión que sea, deberías vestirte como si significara algo", apunta sabiamente Rachel.

Ahora bien, entremos de lleno a los consejos que da Rachel a la hora de vestirse para un evento:

- Para tener un momento de "Cenicienta", dice la estilista, no es necesario llevar Alta Costura. Nos podemos hacer un vestido con una modista o podemos usar vintage. "El truco radica en encontrar algo que te haga sentir hermosa", sintetiza Rachel.
- Antes que nada hay que hacer un inventario de toda la ropa y accesorios que uno tiene para fiesta, y sin dudas hay que prepararse el outfit con tiempo, no dejarlo para último momento.

Jennifer Garner en Armani en la última edición de los Golden Globes



Los básicos para una fiesta, según Rachel:


1) Vestido negro clásico, 2) Zapatos con taco en color nude o de charol negro, 3) Brazalete dorado, 4) Un lápiz labial rojo perfecto, 5) Medias de red y panties negras y 6) Un chal o capita que sirva para todas las estaciones del año.


Un consejo muy interesante: cuando uno se prueba ropa para una fiesta, sacarse fotos con el outfit puesto, ya que la cámara no miente!

Anne Hathaway con un hermoso vestido de Armani Privé



Es muy probable que en una fiesta nos saquen fotos, así que podemos aprender las mejores poses de nuestras musas, las celebrities:
- Pose ideal: un brazo sobre la cadera y el otro estirado (estómago adentro y hombros hacia atrás), y girar ligeramente hacia un costado.

- Cara: levantar el mentón (lo cual disimula la papada!), pero no mucho, porque si lo hacemos se van a ver demasiado las fosas nasales! Si queremos que el foco esté en los ojos, hay que bajar la cabeza. Mantener los labios parcialmente abiertos o sonreír generosamente. Ante la duda, siempre sonreír.

Guau... Una sensual Anne Hathaway con un Marc Jacobs


Con un Valentino impecable




La realidad es que nosotros no tenemos estilista, y nos tenemos que arreglar solitos cuando tenemos una fiesta, no? En estos casos, hay que convertirse en un comprador inteligente, aconseja Rachel. Con esto la estilista quiere decir que debemos ponernos como objetivo amar todo lo que tenemos en nuestro guardarropas, y eso implica comprar cosas porque realmente nos encantan, las necesitamos y las vamos a usar. Parece una verdad de Perogrullo, pero muchos de nosotros compramos ropa y accesorios "por las dudas" o "porque estaban a buen precio", y terminamos acumulándolos en el placard. O me equivoco?


Kate Beckinsale vestida por Atelier Versace





Como buena observadora que es, Rachel afirma que la moda hoy es una mezcla de piezas caras con económicas: podemos combinar un vestido barato con unos buenos zapatos de marca, y listo. Además, siempre está la posibilidad de aprovechar las liquidaciones (bueno, en Buenos Aires estamos en plena manía de los outlets de las grandes marcas) y de comprar vintage.

Con un Luisa Beccaria



Con un imponente Marchesa




Preparándonos para una fiesta: es fundamental averiguar cuál es el código de vestimenta (dress code) del evento. Algunas veces está indicado en la invitación, y otras no, así que hay que considerar el lugar en el que se realizará la reunión:
Si se hace en un salón: la vestimenta debe ser formal
Si se hace en la casa de un amigo: la vestimenta es informal
Si se hace al aire libre: optar por telas más livianas y siluetas cómodas.
Para eventos de día: preferentemente no usar satén ni otras telas brillantes (aquí no concuerdo tanto con Rachel, porque a mí el brillo me gusta en cualquier momento del día! Pero igual se entiende lo que ella aconseja), y resistirse al negro.
Ante la duda, siempre es preferible ir bien vestido.


Joy Bryant sencilla pero glamorosa con un Missoni



A la hora de vestirse para una celebración, Rachel aconseja tener muy en cuenta a los anfitriones: más allá de que ellos sean muy informales, nosotros los invitados deberíamos ir bien vestidos, por una cuestión de respeto a las personas que tan gentilmente nos participaron del evento.

Por último, y como idea general, hay que entender que uno asiste a fiestas para divertirse, no para estar preocupado por lo que lleva puesto. Por eso lo más conveniente es sentirse cómodo tanto por fuera como por dentro, y evitar prendas que nos traigan problemas (faldas demasiado cortas que nos obliguen a estirarlas a cada rato, o ropa demasiado transparente, por ejemplo).


También con un Missoni. Aquí se nota la influencia boho-chic de Rachel




Lo que me encanta de este libro es que se adapta a cualquier persona, aunque la fuente de inspiración de Rachel sean las celebrities. Rachel sabe bajar muy bien a la realidad lo que sucede en la estratósfera del jet set, y nos ayuda a disfrutar más de la vida y a ser más positivos a través de lo que elegimos para ponernos, lo cual no es poca cosa.
Perdón por la extensión del post (el que haya llegado hasta aquí con la lectura es digno de mi admiración!), pero me entusiasmo mucho con todo lo que dice Rachel Zoe.
Mil gracias por pasar, un beso para todos y hasta muy pronto!!!!!!


Joy Bryant y Rachel Zoe: clienta y estilista

sábado, 28 de agosto de 2010

Probándome vintage

No sé qué les parecerá a ustedes, pero creo yo que al vintage hay que integrarlo a un look actual, no parecer una caricatura escapada de otra década. La gracia del vintage es poder usas prendas que hoy no se ven -aprovechando la buena confección de épocas pasadas- y que se destacan por lindas y originales, no por viejas o pasadas de moda.

Aquí rescaté una hermosa blusa bordada (no sé si es jersey o viyela), que estimo será de los '70, que me compré hace 9 años en un local de ropa usada en la Galería 5° Avenida (Santa Fe al 1200, Buenos Aires). Recuerdo que en ese momento me salió $15 (pesos argentinos).
Yo no me armé ningún look, pero el estilo de esta blusa invita un poco al boho chic, no?: con un pantalón ancho, o con un cinturón y una pollera larga y vaporosa, creo que hay algunas alternativas para esta prenda. No muchos accesorios porque el bordado se impone. Una capelina quizás, para las que se animen? Tengo que ponerle elástico a los puños y ver si le puedo corregir ese defecto de los hombros, y ya está lista para volverla a usar.

Esta chaquetita de terciopelo con estampado pied de poule la encontré en AlmaZenArte (Balcarce 1056, Buenos Aires). Viendo mis gustos y mi contextura, me la ofreció Nora, la dueña del local. La chaqueta es de los '60 y tiene una silueta cuadrada, bien amplia, como se usó en esa década. Yo pensaba que me quedaba enorme, pero en las fotos no se ve tan mal... Fíjense que con un jean chupín y stilettos, esta prenda de los '60 pasa perfectamente como actual.


Aquí le agregué una carterita de los '60, también de AlmaZenArte. El cinturón, que casi no se ve, es vintage, en dorado (estimo que de los '80), comprado en Juan Pérez (Marcelo T. de Alvear 1441, Buenos Aires).
Para el verano se viene con todo el estampado sobre estampado, así que probé la chaqueta pied de poule sobre una remera roja también con pied de poule (Desiderata). Acá mucho no se aprecia, pero me encanta cómo quedó la combinación. Con probar no perdemos nada, no?




Bueno, poco a poco nos vamos poniendo a tono con el vintage y descubriendo las posibilidades de este estilo. Un beso para todos y buen fin de semana!!!!!

jueves, 26 de agosto de 2010

La casa de los Milagros

No sé si a ustedes les pasó: mi amor por la moda me llevó a fijarme en la decoración de interiores, y a ponerle mi estilo personal a mi casa (lo cual aún no he logrado del todo!!!). Así como cuando me visto pienso "esta soy yo", también quiero que mi pequeño departamento diga "esta es Mariana". No estoy diciendo nada brillante ni metafísico, todo el mundo lo piensa, pero quizás no todos sepan que el hábitat propio dice de uno tanto como la ropa. Y que podemos hacer de nuestra casa, por más diminuta que sea, el lugar en el que siempre queremos estar, a pesar de que las obligaciones nos echen fuera varias horas al día.

En la última edición de la revista "Para Ti Deco" (Agosto de 2010, edición 30° aniversario), aparece una producción de fotos de la maravillosa casa de Milagros Resta (dueña de Milagros Deco), la reconocida decoradora argentina, famosa por sus aires románticos y vintage. Y como el vintage es nuestra pasión, no podía dejar de mostrar en el blog la cálida y bella atmósfera que Milagros logró al decorar su casa, una casona de 1900 en el barrio porteño de Palermo.

Yo quedé embobada con el efecto abrumadoramente moderno que ciertas piezas vintage pueden otorgarle al espacio. Cuando trabajaba en Utilísima (hace mil años!) como asistente de producción, recuerdo que detestaba el estilo romántico en la decoración (bueno, en ese canal lo exacerbaban hasta la enésima potencia), pero viendo algunos toques en la casa de Milagros, literalmente muero de amor.

Veamos...


"Llena eres de gracia", Para Ti Deco 30 aniversario, Agosto de 2010. Producción y fotos: María Eugenia Daneri.

Hacer click sobre las fotos para agrandarlas


El contraste de las sillas Tulip (un clásico cuyo diseño original estuvo a cargo de Eero Saarinen en 1955), con la mesa de campo blanca, con el empapelado a rayas y la araña me cautiva y me transporta. Este es el espacio de trabajo de Milagros y de su marido. Los dos bien juntitos.








En las dos fotos de arriba tenemos la entrada, el hall principal y la sala de estar. Fíjense que Milagros conservó los buzones originales que estaban en la entrada de la casa. ¿Este espacio tan preciosamente logrado no los invita a desmayarse sobre los sillones? Hasta puedo sentir la frescura de las rosas sobre la mesita. Me la imagino a Emma Bovary tumbada sobre los almohadones y pensando en sus amantes... Este tipo de muebles, como la mesita blanca y la mesa de campo de la primera foto, se compran por poca plata en mercados de pulgas y luego se restauran. Eso sí, hay que tener tiempo y muuuucha paciencia.




Es tendencia total poner sillas diferentes en el comedor. Estas sillas conservan su tapizado original. Divinas.


Esta hermosa colcha con patchwork me recuerda a la película "How to make an American quilt", con Winona Ryder. ¿La vieron? "La cama se hizo con diez listones de pinotea de demolición que fueron el original regalo de casamiento de su cuñado", apuntan en la revista.


Este es un entrepiso en la habitación de la hija de Milagros... "El sueño de la piba", no?



En una casa vintage no puede faltar la bañadera con patas (se compró en una demolición).



La cocina no es mi parte favorita en ninguna casa, porque soy un verdadero desastre a la hora de cocinar... Pero cómo adoré esta cocina con esas sillas dinner americanas en azul.
Bueno, espero que les haya gustado este recorrido y que salgamos de la indumentaria aunque sea por un ratito. Si me dan los tiempos, este finde me saco un par de fotos con conjuntos que tengan algo de vintage.
Un beso para todos, hasta pronto!!!!!

lunes, 23 de agosto de 2010

Una italiana muy vintage

Fotos: Tamu McPherson, creadora del excelente blog "All the pretty birds" (en la barra de la izquierda tienen el link al blog). Estas fotos fueron publcadas en http://www.elle.it/Moda/Street-Style

Esta preciosa muchacha es Eva Geraldine Fontanelli, estilista de Vogue Italia (vieron cómo se usa la palabra "estilista" ahora??) y carita conocida de todos los blogs que retratan el estilo de la calle o street style. ¿Y por qué le dedico este post? Porque es una asidua usuaria de vintage, y eso me encanta y me inspira.

Veamos un poquito qué usa Eva...

Este vestido o blusa con una especie de cuello bote y cascada de volados es bien de los '70, no les parece? Me la imagino a Farrah Fawcett en los "Ángeles de Charlie" luciendo así, o a Lindsay Wagner en "La mujer Biónica" (pueden ver el post que le dediqué al estilo de la mujer biónica!). Muy romántica, fresca, algo distinto... Uno ve este outfit y se da cuenta que remite a otra época, y sin embargo no deja de ser actual o, al menos, de verse bien en la actualidad. Bueno, ese es el secreto del vintage.




Muero por este vestido largo con efecto óptico... Fíjense que Eva lo lleva con chatitas, lo que lo hace más informal, pero este mismo vestido con tacos altos bien podría usarse en una ocasión más formal. El estampado con efecto óptico es bien característico de los '60. Bien por Eva, y esa melena corta un tanto indefinida también acentúa sus aires vintage (para las lectoras argentinas: no tiene un aire a Sofía Gala, la hija de Moria Casán??).



Mmmmm... El vestido seguro es vintage (con un estilo Halston), el saquito no lo creo. Muy original la combinación del azul eléctrico con el salmón del saco. Eva apuesta a las chatitas con vestidos largos, me parece bien pero no para mí que soy baja. Los colores fuertes son otra características del vintage.



Los tres looks que siguen a continuación no sé si son exactamente vintage, pero sí tienen aires retro muy marcados. En la primera foto volvemos a verla a Eva con largo y chatitas. Adorable la blusa, entre inocentona y provocativa...




Guiño total a la década del '70.




Y guiño absoluto a los '80, a películas como Flashdance o Breakfast Club (con Molly Ringwald, Ally Sheedy y Emilio Estevez, se acuerdan????).





Bueno, poco a poco, inspirándonos en ciertas musas y visitando ferias americanas, nos vamos animando a toques de vintage. Tanto yo que escribo este blog como ustedes.


Ah, me avisó Mati, la adorable creadora de "Tendenciera" (http://www.tendenciera.blogspot.com/), que su post de mañana miércoles 25/8 va dedicado a mí... Así que desde ya mil gracias a Mati y es un honor enorme, porque sin duda su blog es uno de los mejores de la Argentina y es fuente de consulta e inspiración para todos nosotros.

Un beso para todos y hasta pronto!!!!

sábado, 21 de agosto de 2010

Algo huele a vintage en Buenos Aires

No quiero ilusionarme ni levantar falsas expectativas, pero estoy sintiendo un suave tufillo a vintage en Buenos Aires. Esto quiere decir que estoy empezando a ver nuevamente ferias americanas, y no es porque ahora tengo el blog, ya que visito ferias americanas desde hace 15 años. Hacia fines de los ’90, hubo una explosión del vintage en esta ciudad (que en ese momento no se le decía vintage), pero después de 2000 comenzó a decaer. Y yo en particular dejé de ir a ferias americanas porque en general eran un desastre: ropa horrible, sucia y en mal estado, mal presentada, olor a humedad, etc. Así imposible comprarse algo.


Durante esta primera década del siglo XXI he visto pocas ferias americanas por la ciudad (lo cual me llamaba la atención, teniendo en cuenta la fuerte crisis económica y política que sacudió a la Argentina en 2001 y 2002) y, oh casualidad, en estos últimos meses me he topado con varias, y ya no son los sucuchos malolientes de antaño. Y todo esto viene a cuento porque ayer viernes, caminando por la calle Rodríguez Peña entre Rivadavia y Sarmiento, vi tres ferias americanas que, sinceramente, no eran para morirse de amor, pero las cosas estaban muy baratas y en buen estado. Y me llamó la atención ver mucha ropa de hombre y a varios hombres revisando.


Así que mi olfato me indica que de a poco vuelve el vintage a Buenos Aires (que quizás nunca terminó de irse, pero como dice Paulette Selby, la dueña del local vintage Juan Pérez, “la tendencia es mundial. Y superó a la crisis. Ya se perdió la aprensión a lo usado”, diario Clarín, 12/12/2009) y que los hombres empiezan a sumarse a esta tendencia, quizás con cosas más pequeñas como una corbata o un chaleco, pero de a poco se dejan convencer. Me encanta.



Ahora bien, no en todas las ferias americanas tienen cosas realmente viejas, por eso destaco lugares como AlmaZenArte o Juan Pérez, que sí tienen prendas de época (Juan Pérez las mezcla más con cosas actuales, en cambio AlmaZenArte tiene piezas de 1980 para atrás). Y para que algo sea realmente vintage tiene que tener al menos 20 años de antigüedad, pero la realidad es que ahora se le dice vintage a todo lo que no es de la temporada en curso. Está mal usado el término pero hay que dejar que la gente se exprese como quiera, al fin y al cabo somos los hablantes mismos los que imponemos qué se dice y qué no, no es así?






“La gente que compra vintage es inteligente porque sinceramente son como un cuadro, son una pieza de arte. Son prendas de calidad, no como ahora que todo es descartable”, declaró Paulette Selby de Juan Pérez a un medio electrónico en julio de 2009. Y no podría estar más de acuerdo, aunque hay que aclarar que conseguir vintage no es tarea fácil, y hay además que tener en cuenta que las personas de otras épocas tenían cuerpos diferentes a los nuestros. Por ejemplo, yo amo la ropa de la década de 1960, pero en ese momento se usaba una silueta en A demasiado amplia, incluso para las flacas, y a mí no me favorece del todo. Pero no hay que desesperarse y hay que atreverse al vintage a partir de pequeñas cosas: un cinturón, una carterita, bijou, marcos de anteojos o un par de guantes.



Y uno de los motivos que me hace augurar que el vintage está cada vez más cerca es haberme enterado de que en la ciudad hay chicas jóvenes que dejaron sus trabajos convencionales para dedicarse a vender ropa de época, en reuniones que realizan los sábados en espacios prestados y con la cálida compañía de un té y alguna masita. Les prometo averiguar más y contactar a estas chicas para presentarlas aquí en “Sensación Vintage”. La idea me parece ultra genial, pensar al vintage como un espacio de encuentro y de intercambio.

Bueno, esta es mi humilde visión por el momento. Tengo que seguir investigando porque esto recién empieza.

Un beso para todos y hasta muy pronto!!!!

miércoles, 18 de agosto de 2010

Un casamiento de ensueño



Esta chica se llama Miranda Brooks, y es una famosa paisajista inglesa que reside en New York desde hace varios años. Está vinculada al jet set neoyorkino y a veces escribe para la revista Vogue. Se especializa en el diseño de jardines privados y su característica más sobresaliente es "romance + familia". Un amor.

Por qué me interesó en particular Miranda? Porque estoy obsesionada con las bodas diferentes, con aquellas bodas que salen de la celebración tradicional, y el 19 de junio pasado Miranda y su ahora marido, el joven arquitecto Bastien Halard (padre de sus dos hijas, Poppy y Violette Grey), tuvieron una boda mágica. Obvio que estamos hablando de gente de plata, pero aun sin plata creo que cualquiera puede tener una boda mágica. Es una cuestión de actitud y de ver la vida con el mayor optimismo posible. Y lo dice alguien que siempre le huyó al matrimonio, así que ojo!
"It girl Miranda Brooks", Vogue USA Agosto 2010. Editora: Alexandra Kotur. Fotógrafo: Joshua Bright.
Y fue así que Miranda se casó en un hermoso jardín en Long Island, diseñado por ella misma para una amiga, en una celebración que capturó la atmósfera festiva de la película Underground, del director serbio Emir Kusturica. No soy una experta en Kusturica, para nada, pero para muestra basta un botón: Kusturica refleja en sus films una cosmogonía muy especial, un ambiente entre onírico y gracioso, entre surreal y posible (además de tierno). Así que ya puedo imaginarme esa fabulosa boda al aire libre, con tintes gitanos, con cero formalidad, mucha música y los invitados danzando hasta más no poder.

Hacer click sobre las fotos para agrandarlas

Y para ilustrar bien la onda bohemia y relajada del festejo, Miranda lució un Oscar de la Renta de broderie, lleno de volados, con una sobrefalda que se bordó en la India con amapolas y violetas (en inglés "poppies" y "violets", los nombres de sus hijitas de 4 y 2 años). El vestido está inspirado en la María Antonieta de Sofia Coppola. Para enriquecer aún más la atmósfera ensoñadora de la fiesta, la pareja eligió vestidos antiguos para las damas de honor (entre las que estaban las dos nenas) en mercados de París.



Aquí algunos de los invitados, relajadísimos y hasta acompañados por sus mascotas, entre los que se destacaba la modelo Stella Tennant (la de vestido a lunares, un Galliano vintage). Adoré. Lo que sí hay que rogarle al Universo que ese día no llueva... Si a mí se me ocurriera casarme al aire libre, tendría que esperar cualquier catástrofe meteorológica para esa jornada! La idea de Miranda era que para ese momento de junio el jardín estuviera lleno de amapolas, pero no fue así: solamente llegó a florecer una. Sólo una.



Si la idea era emular de alguna forma el clima de las obras de Kusturica, no podía faltar una banda en vivo, así que Miranda y Bastien se dieron el gusto: "Yo soy un poco alérgica a las bodas", admitió la recién casada, "este es el casamiento de Bastien; él es la novia". Y fue él el que se lo propuso, en coincidencia con su cumpleaños número 30 (el cumpleaños de él). Qué ternura, no? Todavía hay hombres que se quieren casar, no desesperemos muchachas...

Les digo que mirar estas fotos y leer este artículo me colmaron de amor y de unas ganas locas de que me inviten a una boda. Desgraciadamente entre mis conocidos no hay tortolitos dispuestos a dar el sí, así que si algún lector generoso está pensando en casarse y tiene un mini lugarcito en su lista de invitados (no ocupo mucho lugar, se los aseguro!), gustosa acepto, no casarme por supuesto, pero sí ser invitada al festejo.
Les mando un beso y ojalá que este casamiento mágico les haya hecho rememorar el propio o, al menos (y con esto me doy por satisfecha), volar un poco. Hasta pronto!!!

domingo, 15 de agosto de 2010

Julia Roberts en vintage

Fotos: www.elle.com. Fotógrafos: Alexei Hay y Carter Smith.
Adoré a Julia Roberts en esta producción para la revista Elle de Septiembre 2010. Por empezar, la paciente belleza de Julia siempre se ve bien en cualquier producción, pero esa belleza puede todavía expandirse si la visten a Julia con prendas vintage y con un look boho-chic, uno de mis favoritos.


Con un vestido de chifón de Thea Porter (1960). Muero por las capelinas...

Con un vestido de chifón de seda de Pauline Trigere (1970). Si no me equivoco, es el actor Javier Bardem el que la está besando

Con un vestido vintage de seda de la India


Con un Roberto Cavalli actual



Con un kimono de Etro



Creo yo que los bloggers que hablen de vintage dentro de 20 o 30 años tendrán a Julia Roberts como una de sus musas inspiradoras: la belleza de Julia nos causa una envidia sin culpas a las mujeres, y una secreta obsesión a los hombres. Sin dudas, esta actriz es un ícono de nuestros tiempos y será vista y revista en las décadas por venir.
Sigo poniéndome al día con los posts, un beso y hasta muy pronto!

viernes, 13 de agosto de 2010

Corazón tanguero

El fin de semana pasado cumplí una fantasía: tomé una clase de tango. Tango baile. Aprendí un solo paso, y les aseguro que es dificilísimo. Es más, a una semana de esa clase no sé si aún recuerdo cómo hacerlo.

Para no pensar en mi total ineptitud para las danzas, además de intentar el paso una y otra vez hasta el hartazgo, me puse a mirar a mis compañeros de clase: éramos muchos, desde chicos de 20 años hasta señores y señoras de 50 y tanto. Había varios extranjeros que no hablaban español. Había desde gente tímida y cabizbaja hasta personajes histriónicos. Pocas mujeres estaban con tacos altos, la mayoría habíamos ido muy cómodas e informales. Los hombres también.

Uno tiene en la cabeza esa imagen de la tanguera femme fatal, con silueta de reloj de arena, falda con tajo de infarto y liga en las piernas; y la imagen de un hombre terriblemente varonil, peinado a la gomina y con chambergo, muy machista y fumador. Pero la gente que hoy se anima al tango parecería ser menos estructurada y con muchas ganas de disfrutar, al menos esa fue mi primera impresión en esta clase.

La clase fue medio caótica: éramos muchos y nos íbamos chocando y pisoteando los talones. A mí me tocó bailar con un clon del escritor Julio Cortázar en su época de apoyo a la revolución cubana, muchísimo más alto que yo, como se imaginarán. Cada tanto nos pedían que cambiáramos de pareja, pero la monogamia me sale hasta por lo poros, porque yo siempre preferí quedarme en los brazos de Julio. Se siente mucho la energía masculina cuando danzás, y según lo que dijeron los profesores, es efectivamente el hombre el que lleva a la mujer. Así que este baile es no apto para mujeres ultra independientes!!

Después de esta clase me quedé pensando en dos íconos tangueros por antonomasia: la argentina Tita Merello (1904-2002) y el uruguayo aunque casi argentino Julio Sosa (1926-1964). Qué joven que murió Sosa, qué pena... Se estrelló con el auto cerca de la costanera norte en Buenos Aires, luego de una noche de juerga.

Adoro estas imágenes de Tita Merello, una verdadera morocha argentina: con perfectas cejas arqueadas, pómulos altos y labios generosos.










Y adoro a este varón del tango: a años luz del actual metrosexual, un varón machista, mujeriego y borrachín pero al que se le pianta un genuino lagrimón cuando su "mina" lo abandona.








Y sin dudarlo, mi ítem favorito del outfit tanguero son los zapatos. Aquí tres pares de la marca "Madreselva":













Un encanto los zapatos, no? Les confieso que lo que más me estimula de bailar el tango en un futuro son los zapatos de taco alto... ¿Fashionista? ¿Yo? No, para nada...

Les dejo un beso y ya superado un momento amargo, vuelvo al ruedo con los posts. Hasta la próxima!