miércoles, 3 de julio de 2013

Musas vintage: repasando el estilo de Diana Vreeland


Fuente de información: el documental "Diana Vreeland: the eye has to travel" (disponible en You Tube)


Hola amigos, cómo están? Buen miércoles para todos!!!! Muchas gracias a los que se van sumando a Facebook: además de los links a los posts del blog, voy subiendo fotos que no están incluidas en este espacio y lo actualizo los miércoles y viernes. Los espero!

Vayamos al tema de hoy...

Cuando se habla de la famosísima editora de moda Diana Vreeland (1903-1989), siempre se menciona que no poseía un rostro naturalmente agraciado (aunque sí contaba con una silueta y un porte dignos de una modelo), pero sí se destacaba por otros méritos, entre ellos su estilo único y  una personalidad demoledora.





De niña, allá por la primera década del siglo XX, la dulce madre de Diana Vreeland le decía "mi pequeño monstruo", algo que la atormentaba y que la llevó a buscar refugio en la danza. Esto no impidió que en 1924 conociera a su marido, que era todo un guapetón.





Diana Vreeland no era fea, sólo un poco narigona pero cautivante, sin educación formal pero con una enorme habilidad para absorber lo mejor de la época que le tocaba vivir. 

Diana vivió y experimentó casi todas las décadas del siglo XX y, al igual que en mi caso, amó con locura los años '20 y los '60, porque fueron épocas que le dieron rienda suelta a su imaginación desbordada.





En 1936, entró medio de casualidad a trabajar en la Harper´s Bazaar norteamericana, en la que quedó a cargo de una columna llamada "Why don´t you?", que hoy conocemos como "Por qué no...?". Allí sugería las cosas más alocadas, dándole una bocanada de aire fresco y soñador a la publicación. Cuando ingresó a HB, Diana tenía 33 años, y hasta ese momento nunca había trabajado. Su vida consistía en viajar, criar a su hijos, ir al teatro y a reuniones sociales. Toda una regia, no?





De ser columnista pasó a ser editora de moda y a demostrar un talento nato para la creatividad y la innovación. El enfoque de Harper's Bazaar cambió radicalmente durante los 26 años que Diana estuvo en la revista: de mostrar a una educada, perfumada e impecable ama de casa, HB pasó a realizar sus producciones de moda en lugares exóticos con las más lujosas prendas y con las modelos más carismáticas. Durante el período de Vreeland en la HB, las modelos comenzaron a tener nombre y apellido y a convertirse en figuras.



Pero pasemos ahora a lo central en este post: el icónico estilo de Diana Vreeland.

Las uñas largas y ovaladas, siempre rojas, y el mismo brazalete en ambas muñecas extendían sus manos de finos dedos hasta el más allá.

Siempre cubierta con joyería, se la ve en muchas imágenes con este cuerno pendiente de una cadena dorada.



     

Su corte bob era inamovible, y generalmente se tiraba los mechones de adelante hacia atrás.





Espigadísima, tenía muy buen gusto para vestirse (la vi en varias imágenes con estas botas de pitón... Espectaculares, no?). Su vestimenta por lo general era atemporal: a la Diana Vreeland de los '60 perfectamente la podríamos ver ahora, en pleno siglo XXI.







En 1962, Diana deja HB y pasa a la Vogue, revista en la que estuvo hasta 1971. Durante este período, la Vogue presentó producciones muy costosas, realizadas con los fotógrafos más emblemáticos. 




 
En los '70 y en los '80, Diana Vreeland asesoró al Instituto del Traje del Metropolitan Museum of Art, dándole vida a todas las piezas que estaban tristemente escondidas. Empezó a organizar una muestra temática por año (en el documental que les menciono al inicio del post vemos una dedicada a las mujeres del siglo XVIII, otra a Balenciaga y otra a Hollywood), convirtiendo las inauguraciones en verdaderas alfombras rojas repletas de celebrities.






Fue así que nació la famosa gala del Met que se realiza todos los años (en mayo) en NYC. Diana Vreeland lo hizo, señores.





Y podría seguir escribiendo horas sobre esta musa, pero el tiempo en la oficina es tirano!!!! La actual directora de Vogue USA, Anna Wintour, ha tomado muchísimas cosas de su colega, entre ellas la exigencia y un olfato especial para percibir lo que se viene. 

Muy bien amigos, esto es todo por hoy. Hoy llegué tarde con el post pero aquí estoy. Les mando un beso grande, hasta la semana que viene!!!!! 

2 comentarios:

matichica dijo...

Merecidísimo homenaje, Marian!
Una genia Diana y su legado en fashion, adem´sa el estilo y personalidad que tenía eran arrolladores, grosa!
Besisto:>

Gisele dijo...

Excelente post, con vos siempre se aprende algo nuevo y se conocen personalidades que fueron importantes para la moda y quizás no son tan recordadas. Me encantó conocer la vida de esta mujer; antes bastaba tener talento y determinación para ascender en el mundo de la moda, o no?