viernes, 27 de enero de 2012

Una historia de amor diferente: Audrey Hepburn y Pippin



Hola amigos, cómo están? Este post me agarró por sorpresa, ya que pensaba publicar otra cosa, pero cuando me enteré de la historia de Pippin -el pequeño ciervo que acompaña a Audrey Hepburn en la película "Green Mansions", de 1959-, no pude envitar compartirla con ustedes por su ternura y en homenaje a todas las mascotas, y en especial a la mía, mi gata Fara.  





El film "Green Mansions" (dirigido por Mel Ferrer, que en ese momento estaba casado con Audrey) transcurre en la selva, y parte de los exteriores fueron filmados en el norte de América del Sur. No ví la peli todavía, así que no voy a meterme en camisa de once varas, pero imagínense que si la película transcurre en un lugar así, sí o sí tiene que haber animales. Y el ciervito Pippin (o "Ip", como le decía Audrey) fue de la partida.

La idea era entrenar a Pippin para que la siguiera a Audrey durante el rodaje de la peli, así que le sugirieron que se lo llevara a su casa (en Beverly Hills!) para ver si se establecía una relación entre los dos, y efectivamente así fue, como si Pippin fuera cualquier mascota doméstica. Incluso se hizo muy amigo de Mr. Famous, el perro de Audrey.

El fotógrafo de estrellas Bob Willoughby documentó estos momentos mágicos en la casa de la actriz: 





Esta imagen de la siesta (aunque esté armada) es conmovedora... No les parece? Qué regio Pippin, no?






Y luego del descanso, un poco de ejercicio...






Los vecinos de Beverly Hills de aquel entonces pudieron presenciar escenas tan encantadoras como estas...









Según lo que dicen, Audrey y su marido adoptaron a Pippin al finalizar el rodaje, pero no se sabe qué pasó luego... Hay que ver si finalmente se animaron a tener como mascota a un ciervo adulto! Yo no podría trabajar con animales... Me los querría llevar a todos a mi casa! 


Aquí, en un alto del rodaje de "Green Mansions", a los besos con Mr. Famous. Más ternura, imposible.








Bueno amigos, espero que este post les haya arrancado una sonrisita. Ojalá... Les deseo un fin de semana estupendo, que la pasen lindo, hasta el lunes!

6 comentarios:

María dijo...

Que tierna la historia de Audrey y Pippin :) me encantó aunque igual es raro tener a un animal salvaje en la casa, como que siento que no son felices porque tienen que estar libres.
Las fotos son maravillosas, epecialmente la del supermercado.
Muchos cariños

matichica dijo...

Una sonrisa y un suspiro... Qué mujer! Hasta en situaciones cotidianas no pierde el halo de diva, no?
Me encantó el post, Marian...Besitos:>

Romina (Decorando!) dijo...

Ay si! tengo un libro precioso de Audrey (uno que salió de Life, casi exclusivamente de imágenes) donde hay muchas fotos del ciervito :)
Obviamente cuando las vi, quise tener uno! jaja

Re lindo post
Un beso!

Romi

Dorothy Vallens dijo...

hola marian! amo a los ciervitos, el otro dia fuimos al zoo (que horror, ya sé, pero estaban mis sobrinos) y les dimos de comer, y me mori de amor, son tan suaves! hermosas fotos! todos loa animales son hermosos, yo tengo dos gatos que amo con todo mi alma, son gatos comunos, uno total black, Fidel, y Fiona, una gata hermosa, diva como Audrey.- Besos Marian, me voy de vacaciones asi q nos vemos en 15!

pato_l dijo...

Me acordé de una vecina, una viejita divina que tenia en el fondo de su casa una cierva ( se dirá así?) que la llamaba Bambina ( como femenino de Bambi) era muy amable y simpatica y me encantaba entrar a su casa a ver la Bambina.
No me acuerdo su nombre, se mudaron a una casa conquinta para que la cierva estuviese mejor; Cuando se mudaron, nos regaló cosas de ella; mi mamá tiene una sopera: para mi familia fuë la sra de la Bambina; me trajiste un recuerdo muy lindo!!!

El Marques deco y ambientaciones dijo...

Una sonrisa claro...y admiración, hasta donde encontrás el vintage es innegable y admirable, jajajaa.
besos amiga
Laureano