Stella en el jardín de las maravillas

"Stella´s Hideaway", Vogue USA Noviembre 2010. Fotógrafo: Bruce Weber. Textos: Hamish Bowles. Editora de exteriores: Phyllis Posnick.

Que la Vogue se enoje conmigo, pero no podía dejar de compartir con ustedes esta nota sobre los jardines de la casa de la diseñadora Stella McCartney en Inglaterra. No es simplemente una nota fría sobre los jardines (si bien abundan nombres de árboles y flores, todo en el exquisito inglés de Hamish Bowles), sino sobre la pasión y el compromiso de Stella con el cuidado de la naturaleza.

Además, veo las fotos y no puedo dejar de pensar en los padres de Stella, Paul y Linda McCartney, que fueron pioneros hace 40 años en esta gran movida de la vida sana y natural (si tienen un minuto, pueden visitar el post dedicado al matrimonio McCartney: http://sensacionvintage.blogspot.com/2010/09/paul-linda-y-mary.html

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Para sus colecciones, Stella suele inspirarse en los colores que va encontrando en sus jardines... Imposible no sentirse inspirado ante tanta belleza, no? Cuando Stella y su marido buscaban lugar para vivir en la Inglaterra rural, la diseñadora sólo pensaba en que hubiese espacio suficiente para sus caballos, no tanto en encontrar la casa perfecta.

Stella y Alasdhair Willis se casaron en 2003, y les pidieron muy especialmente a sus invitados (entre los que estaban Gwyneth Paltrow, Valentino y Tom Ford) que los regalos fuesen árboles para plantar en sus jardines. Con el paso de los años, esos árboles crecieron y hoy conforman los hermosos paisajes que pueden apreciar en las fotos de Bruce Weber.







Stella y Alasdhair tienen tres hijos: Miller (5 años), Bailey (3) y Beckett (2), y un cuarto en camino (para mí fue una novedad, no sabía que Stella estaba otra vez ambarazada). Así como Stella y sus hermanos se criaron en una zona rural y aislada, los hijos de la diseñadora pueden disfrutar de este lugar mágico, que seguramente también tendrá todas las comodidades de la vida moderna. Yo que soy un bicho empedernido de ciudad, me maravillo ante tanto verde y frescura, me parece mentira que pueda existir un lugar así...



Aquí Stella con su hijita Bailey.

Bueno, me desvié bastante del vintage, pero creo que no nos viene nada mal parar un poquito y soñar con un lugar así, en el que la naturaleza habla por sí sola.

Un beso y hasta pronto!!!