En septiembre de 1954, una joven actriz llamada Audrey Hepburn se casaba con el actor estadounidense Mel Ferrer. Se habían conocido en un fiesta organizada por el actor Gregory Peck, el compañero de Audrey en el film "Roman Holiday", de 1953, dirigido por William Wyler.
"Roman Holiday" fue el primer protagónico de Audrey, quien ya había trabajado en varios films europeos y se perfilaba como una gran actriz (a pesar de que su vocación original había sido la danza), con gracia y belleza. Para el momento de su boda con Ferrer, Audrey ya había sido presentada a Hubert de Givenchy, el diseñador francés (quien había fundado su propia casa de modas en 1952) que le confeccionaría un exquisito vestuario para varias de sus películas posteriores.
Audrey estaba por cumplir 25 años cuando recibió el Oscar como mejor actriz protagónica por "Roman Holiday" en 1954. Cuando Ferrer, 12 años mayor que Audrey, la desposó en septiembre de 1954, no sólo se estaba comprometiendo con una gran mujer, sino también con una talentosa artista que sería amada por muchos en el mundo entero, y con la futura madre de su hijo Sean, quien nacería en 1960.
A la joven Audrey se la veía radiante el día de su boda: con el cabello corto y esas hermosas cejas oscuras bien delineadas. Como únicos accesorios, una simple corona de flores y guantes blancos. Y el vestido no podía ser más Audrey: cintura de abispa, falda amplia por debajo de la rodilla, mangas farol hasta el codo y botonadura hasta el cuello (cuentan que en las películas tapaban el escote de Audrey para que no se vieran las prominentes clavículas que desnudaban su extrema delgadez). Delicada y frágil, pero rabiosamente hermosa. Así se conservaría Audrey hasta su muerte, a comienzos de 1993, luego de 40 años de carrera.
Por aquel entonces, la gente no auguraba que el matrimonio Hepburn-Ferrer fuera a durar demasiado, pero duró 14 años, hasta el divorcio de la pareja en 1968. Ferrer se casaría varias veces más, Audrey sólo una, con un médico italiano, aunque después de su segundo divorcio tuvo una importante relación con un actor, que mantuvo hasta su muerte. Ferrer la sobrevivió 15 años, hasta 2008, cuando a los 90 años dijo basta. "Murió el primer marido de Audrey Hepburn", deberían haber anunciado los titulares hace 2 años, ya que el reconocimiento y la fama de Audrey superaban con creces a la de Ferrer.
Y, es que el encanto, el glamour, la belleza, el talento, el buen gusto y la dulzura de Audrey Hepburn merecían como recompensa todo el amor del mundo. Y eso fue lo que obtuvo. Y eso es lo que obtiene cada vez que cualquiera de nosotros se deleita con "Sabrina" o con "Desayuno en Tiffany´s" (ver aquí post sobre el vestuario de Audrey en esta película). En definitiva, eso es lo que obtienen los artistas inolvidables.
Un beso para todos y hasta las próxima! Me encantaría oír sus voces, así que cuando puedan y quieran no dejen de contactarse!
6 comentarios:
Hola linda...
ella siempre divina..mismo con este vestido de monja...
besos y que tengas un buen jueves
Ay Kathy, me hiciste reír con lo del vestido de monja... A mí me encantó! Al menos para la época estaba Ok. Un beso!!!
Qué cinturita!!! Y esa corona, sólo a ella le puede quedar tan bien, no? Me gustó su look, pero la ví más linda en las pelis que nombrás... Lástima que su vida amorosa no fue muy feliz, sólo en la madurez encontró el verdadero amor... Te mando un besito, siempre estoy pasando por acá, me en-ca-ta!
querida mariana
que bien escribes
bueno y sin dudar yo tambien la amo
y con ese vestido me encantaria casarme
besos(computador nuevo no se donde esta el corazon jijiji)
Gracias Mati y Fer por pasar!!! Te extrañaba Fer, qué bueno que siempre estás. Un beso chicas!!!!
Fabuloso! Mariana, felicitaciones una vez más por la elección de los temas, qué hermosas imágenes!
Ese suntuoso blanco y negro le sienta muy bien a la belleza angelical de Audrey, con su vestido tan adecuado a su estilo personal.
Se la veía juvenil y tan feliz, y qué bonito le quedaba el cabello corto,no?
Un abrazo,Jazmín.
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