lunes, 23 de agosto de 2010

Una italiana muy vintage

Fotos: Tamu McPherson, creadora del excelente blog "All the pretty birds" (en la barra de la izquierda tienen el link al blog). Estas fotos fueron publcadas en http://www.elle.it/Moda/Street-Style

Esta preciosa muchacha es Eva Geraldine Fontanelli, estilista de Vogue Italia (vieron cómo se usa la palabra "estilista" ahora??) y carita conocida de todos los blogs que retratan el estilo de la calle o street style. ¿Y por qué le dedico este post? Porque es una asidua usuaria de vintage, y eso me encanta y me inspira.

Veamos un poquito qué usa Eva...

Este vestido o blusa con una especie de cuello bote y cascada de volados es bien de los '70, no les parece? Me la imagino a Farrah Fawcett en los "Ángeles de Charlie" luciendo así, o a Lindsay Wagner en "La mujer Biónica" (pueden ver el post que le dediqué al estilo de la mujer biónica!). Muy romántica, fresca, algo distinto... Uno ve este outfit y se da cuenta que remite a otra época, y sin embargo no deja de ser actual o, al menos, de verse bien en la actualidad. Bueno, ese es el secreto del vintage.




Muero por este vestido largo con efecto óptico... Fíjense que Eva lo lleva con chatitas, lo que lo hace más informal, pero este mismo vestido con tacos altos bien podría usarse en una ocasión más formal. El estampado con efecto óptico es bien característico de los '60. Bien por Eva, y esa melena corta un tanto indefinida también acentúa sus aires vintage (para las lectoras argentinas: no tiene un aire a Sofía Gala, la hija de Moria Casán??).



Mmmmm... El vestido seguro es vintage (con un estilo Halston), el saquito no lo creo. Muy original la combinación del azul eléctrico con el salmón del saco. Eva apuesta a las chatitas con vestidos largos, me parece bien pero no para mí que soy baja. Los colores fuertes son otra características del vintage.



Los tres looks que siguen a continuación no sé si son exactamente vintage, pero sí tienen aires retro muy marcados. En la primera foto volvemos a verla a Eva con largo y chatitas. Adorable la blusa, entre inocentona y provocativa...




Guiño total a la década del '70.




Y guiño absoluto a los '80, a películas como Flashdance o Breakfast Club (con Molly Ringwald, Ally Sheedy y Emilio Estevez, se acuerdan????).





Bueno, poco a poco, inspirándonos en ciertas musas y visitando ferias americanas, nos vamos animando a toques de vintage. Tanto yo que escribo este blog como ustedes.


Ah, me avisó Mati, la adorable creadora de "Tendenciera" (http://www.tendenciera.blogspot.com/), que su post de mañana miércoles 25/8 va dedicado a mí... Así que desde ya mil gracias a Mati y es un honor enorme, porque sin duda su blog es uno de los mejores de la Argentina y es fuente de consulta e inspiración para todos nosotros.

Un beso para todos y hasta pronto!!!!

sábado, 21 de agosto de 2010

Algo huele a vintage en Buenos Aires

No quiero ilusionarme ni levantar falsas expectativas, pero estoy sintiendo un suave tufillo a vintage en Buenos Aires. Esto quiere decir que estoy empezando a ver nuevamente ferias americanas, y no es porque ahora tengo el blog, ya que visito ferias americanas desde hace 15 años. Hacia fines de los ’90, hubo una explosión del vintage en esta ciudad (que en ese momento no se le decía vintage), pero después de 2000 comenzó a decaer. Y yo en particular dejé de ir a ferias americanas porque en general eran un desastre: ropa horrible, sucia y en mal estado, mal presentada, olor a humedad, etc. Así imposible comprarse algo.


Durante esta primera década del siglo XXI he visto pocas ferias americanas por la ciudad (lo cual me llamaba la atención, teniendo en cuenta la fuerte crisis económica y política que sacudió a la Argentina en 2001 y 2002) y, oh casualidad, en estos últimos meses me he topado con varias, y ya no son los sucuchos malolientes de antaño. Y todo esto viene a cuento porque ayer viernes, caminando por la calle Rodríguez Peña entre Rivadavia y Sarmiento, vi tres ferias americanas que, sinceramente, no eran para morirse de amor, pero las cosas estaban muy baratas y en buen estado. Y me llamó la atención ver mucha ropa de hombre y a varios hombres revisando.


Así que mi olfato me indica que de a poco vuelve el vintage a Buenos Aires (que quizás nunca terminó de irse, pero como dice Paulette Selby, la dueña del local vintage Juan Pérez, “la tendencia es mundial. Y superó a la crisis. Ya se perdió la aprensión a lo usado”, diario Clarín, 12/12/2009) y que los hombres empiezan a sumarse a esta tendencia, quizás con cosas más pequeñas como una corbata o un chaleco, pero de a poco se dejan convencer. Me encanta.



Ahora bien, no en todas las ferias americanas tienen cosas realmente viejas, por eso destaco lugares como AlmaZenArte o Juan Pérez, que sí tienen prendas de época (Juan Pérez las mezcla más con cosas actuales, en cambio AlmaZenArte tiene piezas de 1980 para atrás). Y para que algo sea realmente vintage tiene que tener al menos 20 años de antigüedad, pero la realidad es que ahora se le dice vintage a todo lo que no es de la temporada en curso. Está mal usado el término pero hay que dejar que la gente se exprese como quiera, al fin y al cabo somos los hablantes mismos los que imponemos qué se dice y qué no, no es así?






“La gente que compra vintage es inteligente porque sinceramente son como un cuadro, son una pieza de arte. Son prendas de calidad, no como ahora que todo es descartable”, declaró Paulette Selby de Juan Pérez a un medio electrónico en julio de 2009. Y no podría estar más de acuerdo, aunque hay que aclarar que conseguir vintage no es tarea fácil, y hay además que tener en cuenta que las personas de otras épocas tenían cuerpos diferentes a los nuestros. Por ejemplo, yo amo la ropa de la década de 1960, pero en ese momento se usaba una silueta en A demasiado amplia, incluso para las flacas, y a mí no me favorece del todo. Pero no hay que desesperarse y hay que atreverse al vintage a partir de pequeñas cosas: un cinturón, una carterita, bijou, marcos de anteojos o un par de guantes.



Y uno de los motivos que me hace augurar que el vintage está cada vez más cerca es haberme enterado de que en la ciudad hay chicas jóvenes que dejaron sus trabajos convencionales para dedicarse a vender ropa de época, en reuniones que realizan los sábados en espacios prestados y con la cálida compañía de un té y alguna masita. Les prometo averiguar más y contactar a estas chicas para presentarlas aquí en “Sensación Vintage”. La idea me parece ultra genial, pensar al vintage como un espacio de encuentro y de intercambio.

Bueno, esta es mi humilde visión por el momento. Tengo que seguir investigando porque esto recién empieza.

Un beso para todos y hasta muy pronto!!!!

miércoles, 18 de agosto de 2010

Un casamiento de ensueño



Esta chica se llama Miranda Brooks, y es una famosa paisajista inglesa que reside en New York desde hace varios años. Está vinculada al jet set neoyorkino y a veces escribe para la revista Vogue. Se especializa en el diseño de jardines privados y su característica más sobresaliente es "romance + familia". Un amor.

Por qué me interesó en particular Miranda? Porque estoy obsesionada con las bodas diferentes, con aquellas bodas que salen de la celebración tradicional, y el 19 de junio pasado Miranda y su ahora marido, el joven arquitecto Bastien Halard (padre de sus dos hijas, Poppy y Violette Grey), tuvieron una boda mágica. Obvio que estamos hablando de gente de plata, pero aun sin plata creo que cualquiera puede tener una boda mágica. Es una cuestión de actitud y de ver la vida con el mayor optimismo posible. Y lo dice alguien que siempre le huyó al matrimonio, así que ojo!
"It girl Miranda Brooks", Vogue USA Agosto 2010. Editora: Alexandra Kotur. Fotógrafo: Joshua Bright.
Y fue así que Miranda se casó en un hermoso jardín en Long Island, diseñado por ella misma para una amiga, en una celebración que capturó la atmósfera festiva de la película Underground, del director serbio Emir Kusturica. No soy una experta en Kusturica, para nada, pero para muestra basta un botón: Kusturica refleja en sus films una cosmogonía muy especial, un ambiente entre onírico y gracioso, entre surreal y posible (además de tierno). Así que ya puedo imaginarme esa fabulosa boda al aire libre, con tintes gitanos, con cero formalidad, mucha música y los invitados danzando hasta más no poder.

Hacer click sobre las fotos para agrandarlas

Y para ilustrar bien la onda bohemia y relajada del festejo, Miranda lució un Oscar de la Renta de broderie, lleno de volados, con una sobrefalda que se bordó en la India con amapolas y violetas (en inglés "poppies" y "violets", los nombres de sus hijitas de 4 y 2 años). El vestido está inspirado en la María Antonieta de Sofia Coppola. Para enriquecer aún más la atmósfera ensoñadora de la fiesta, la pareja eligió vestidos antiguos para las damas de honor (entre las que estaban las dos nenas) en mercados de París.



Aquí algunos de los invitados, relajadísimos y hasta acompañados por sus mascotas, entre los que se destacaba la modelo Stella Tennant (la de vestido a lunares, un Galliano vintage). Adoré. Lo que sí hay que rogarle al Universo que ese día no llueva... Si a mí se me ocurriera casarme al aire libre, tendría que esperar cualquier catástrofe meteorológica para esa jornada! La idea de Miranda era que para ese momento de junio el jardín estuviera lleno de amapolas, pero no fue así: solamente llegó a florecer una. Sólo una.



Si la idea era emular de alguna forma el clima de las obras de Kusturica, no podía faltar una banda en vivo, así que Miranda y Bastien se dieron el gusto: "Yo soy un poco alérgica a las bodas", admitió la recién casada, "este es el casamiento de Bastien; él es la novia". Y fue él el que se lo propuso, en coincidencia con su cumpleaños número 30 (el cumpleaños de él). Qué ternura, no? Todavía hay hombres que se quieren casar, no desesperemos muchachas...

Les digo que mirar estas fotos y leer este artículo me colmaron de amor y de unas ganas locas de que me inviten a una boda. Desgraciadamente entre mis conocidos no hay tortolitos dispuestos a dar el sí, así que si algún lector generoso está pensando en casarse y tiene un mini lugarcito en su lista de invitados (no ocupo mucho lugar, se los aseguro!), gustosa acepto, no casarme por supuesto, pero sí ser invitada al festejo.
Les mando un beso y ojalá que este casamiento mágico les haya hecho rememorar el propio o, al menos (y con esto me doy por satisfecha), volar un poco. Hasta pronto!!!

domingo, 15 de agosto de 2010

Julia Roberts en vintage

Fotos: www.elle.com. Fotógrafos: Alexei Hay y Carter Smith.
Adoré a Julia Roberts en esta producción para la revista Elle de Septiembre 2010. Por empezar, la paciente belleza de Julia siempre se ve bien en cualquier producción, pero esa belleza puede todavía expandirse si la visten a Julia con prendas vintage y con un look boho-chic, uno de mis favoritos.


Con un vestido de chifón de Thea Porter (1960). Muero por las capelinas...

Con un vestido de chifón de seda de Pauline Trigere (1970). Si no me equivoco, es el actor Javier Bardem el que la está besando

Con un vestido vintage de seda de la India


Con un Roberto Cavalli actual



Con un kimono de Etro



Creo yo que los bloggers que hablen de vintage dentro de 20 o 30 años tendrán a Julia Roberts como una de sus musas inspiradoras: la belleza de Julia nos causa una envidia sin culpas a las mujeres, y una secreta obsesión a los hombres. Sin dudas, esta actriz es un ícono de nuestros tiempos y será vista y revista en las décadas por venir.
Sigo poniéndome al día con los posts, un beso y hasta muy pronto!

viernes, 13 de agosto de 2010

Corazón tanguero

El fin de semana pasado cumplí una fantasía: tomé una clase de tango. Tango baile. Aprendí un solo paso, y les aseguro que es dificilísimo. Es más, a una semana de esa clase no sé si aún recuerdo cómo hacerlo.

Para no pensar en mi total ineptitud para las danzas, además de intentar el paso una y otra vez hasta el hartazgo, me puse a mirar a mis compañeros de clase: éramos muchos, desde chicos de 20 años hasta señores y señoras de 50 y tanto. Había varios extranjeros que no hablaban español. Había desde gente tímida y cabizbaja hasta personajes histriónicos. Pocas mujeres estaban con tacos altos, la mayoría habíamos ido muy cómodas e informales. Los hombres también.

Uno tiene en la cabeza esa imagen de la tanguera femme fatal, con silueta de reloj de arena, falda con tajo de infarto y liga en las piernas; y la imagen de un hombre terriblemente varonil, peinado a la gomina y con chambergo, muy machista y fumador. Pero la gente que hoy se anima al tango parecería ser menos estructurada y con muchas ganas de disfrutar, al menos esa fue mi primera impresión en esta clase.

La clase fue medio caótica: éramos muchos y nos íbamos chocando y pisoteando los talones. A mí me tocó bailar con un clon del escritor Julio Cortázar en su época de apoyo a la revolución cubana, muchísimo más alto que yo, como se imaginarán. Cada tanto nos pedían que cambiáramos de pareja, pero la monogamia me sale hasta por lo poros, porque yo siempre preferí quedarme en los brazos de Julio. Se siente mucho la energía masculina cuando danzás, y según lo que dijeron los profesores, es efectivamente el hombre el que lleva a la mujer. Así que este baile es no apto para mujeres ultra independientes!!

Después de esta clase me quedé pensando en dos íconos tangueros por antonomasia: la argentina Tita Merello (1904-2002) y el uruguayo aunque casi argentino Julio Sosa (1926-1964). Qué joven que murió Sosa, qué pena... Se estrelló con el auto cerca de la costanera norte en Buenos Aires, luego de una noche de juerga.

Adoro estas imágenes de Tita Merello, una verdadera morocha argentina: con perfectas cejas arqueadas, pómulos altos y labios generosos.










Y adoro a este varón del tango: a años luz del actual metrosexual, un varón machista, mujeriego y borrachín pero al que se le pianta un genuino lagrimón cuando su "mina" lo abandona.








Y sin dudarlo, mi ítem favorito del outfit tanguero son los zapatos. Aquí tres pares de la marca "Madreselva":













Un encanto los zapatos, no? Les confieso que lo que más me estimula de bailar el tango en un futuro son los zapatos de taco alto... ¿Fashionista? ¿Yo? No, para nada...

Les dejo un beso y ya superado un momento amargo, vuelvo al ruedo con los posts. Hasta la próxima!

sábado, 7 de agosto de 2010

La vida puede llegar a ser como Sex & the City (en las buenas y en las malas)

Fotos: Vogue USA Junio 2009 (fotógrafa Annie Leibovitz), Vogue USA Mayo 2010 (fotógrafo Mario Testino) y HBO.



En mi blog anterior, “Quieres ser Ms. Wintour?”, en la plataforma del diario Clarín, escribí una vez un post que se llamaba “La vida no es Sex & the City” (http://blogs.clarin.com/-quieres-ser-ms-wintour-/2010/03/01/la-vida-no-es-sex-the-city/) y recuerdo que gustó mucho y varias lectoras se sintieron identificadas. Sigo sosteniendo esa idea de alguna forma, pero aunque parezca mentira, en estos últimos años me pasaron algunas cosas algo parecidas a las de nuestras cuatro heroínas. Con menos glamour y con estilo rioplatense, pero me pasaron.




Situación 1

Yo, que a duras penas creo en mí misma y hasta ahí nomás, voy a ser madrina de bautismo de Aby, la hija de 2 años de una amiga que adoro. La situación es muy graciosa, porque mi amiga y su pareja tampoco creen en nada, pero tienen que bautizar a la nena sí o sí porque va a un colegio religioso. Así que la ceremonia se hará en Luján, a 60 km de la ciudad de Buenos Aires, cuando vuelva el calor… Y el padrino será el mejor amigo de mi amiga, un muchacho gay amoroso que dudo que crea en los Santos Evangelios. Me imagino la situación: yo, hereje total, y él, con una elección sexual no aprobada por la iglesia, como padrinos de una nena maravillosa hija de una pareja que tampoco cree en nada… Muy bizarro. Probablemente las imágenes de la iglesia tiemblen cuando nos vean entrar… Yo, que no hago la señal de la cruz ni me arrodillo cuando el cura lo exige porque me parece servil, pero que aún recuerdo de memoria el padre nuestro y muchas de las canciones de misa (“vienen con alegría señor, cantando vienen con alegría señor…”), me comprometeré ante Dios a velar por Aby. Cosa que haré gustosa porque Aby es lo mejor que le pudo haber pasado a mi amiga en su vida, y estoy feliz de tenerla como “ahijada”. Todo esto me recordó bastante al bautismo de Brady, el hijo de Miranda en Sex & the City, en un capítulo que se llamaba “Pecado no original”, de la 5° temporada, en el que Carrie es madrina. Mi amiga me preguntó si estaba bautizada, y le dije que sí, porque a los 6 meses lamentablemente no podía rebelarme. Así que ella tranquila puede decirle al cura que bautizará a Aby que la madrina Mariana no tiene el pecado original en su interior, pero sí muchos otros pecadillos inocentes, pero pecadillos al fin…




Situación 2

¿Quién no tuvo relaciones con hombres a los que sólo les preocupaba su trabajo y nada más? Yo no me fui a París por Aleksandr Petrovsky como sí lo hizo Carrie (aclaré que mi versión era bien rioplatense), pero sí apoyé incondicionalmente a un hombre que vivía para su negocio, relegando muchas veces mis propias necesidades. Fui parte de esas relaciones super desparejas en las que sólo importa lo que le pasa a uno, no a los dos. Y ese famoso “as soon as” (tan pronto como) que siempre prometía Aleksandr Petrovsky recuerdo haberlo escuchado varias veces. Se piensa erróneamente que la felicidad llegará en un futuro, no que puede estar viviéndose en este preciso momento.
Otra cosa que les debe haber pasado: el debate interno entre acostarse o no con un hombre en la primera cita. A Carrie le pasó con Big en la primera temporada, ¿se acuerdan? Charlotte le decía “no hay que acostarse en la primera cita, van a creer que sos fácil”, y obvio que Samantha alentaba lo contrario, ya que para ella era fundamental saber de entrada si el hombre era bueno o no en la cama. Yo recientemente pasé por ese debate interno, y pensé mucho, mucho, mucho, en esa dicotomía: “si me acuesto, soy fácil” versus “si no me acuesto soy una histérica mojigata…”.





Situación 3

¿Recuerdan cuando Jack Berger, en la 6° temporada, le pide a Carrie una semana para pensar si quiere seguir viéndola? Creo que es una de las cosas más dolorosas que nos pueden ocurrir: dejar las emociones en suspenso hasta que el otro decida si sos digna de su amor o no… Bueno, yo lo estoy simplificando mucho, estas situaciones encierran muchos matices en realidad. A mí ahora me está pasando algo un poquitín parecido, haciendo mil salvedades porque la situación no es la misma, pero bueno, no puedo dejar de pensar en Berger volviendo a la casa de Carrie para decirle que la ama, y abandonándola a la mañana siguiente con una nota en un post-it pegado en el monitor de la laptop… Y luego Carrie fumándose un porro para olvidar la pena. En mi caso, creo que si me pasa eso me voy a vaciar una botella de champagne y directo a la cama a llorarme la vida… Ya la tengo preparada en la heladera, por si acaso…




Situación 4

En algunas de las charlas de las cuatro chicas de Sex & the City se habló que por cada hombre que una rechaza ya habrá un hombre que nos rechace a nosotras. También a lo largo de las temporadas se habló de la culpa que una experimenta cuando decide terminar una relación (se acuerdan de ese excelente capítulo en el que Carrie se encuentra con una amiga de Aidan, que le hace una carita rara haciéndola sentir a Carrie culpable por haberlo rechazado en la temporada anterior?). Seguramente muchos se identificarán con esto. Hace unas semanas, fui a bailar a un lugar muy especial, y les juro que absolutamente todos los hombres que se me acercaron parecían especialmente elegidos: eran el prototipo del “looser” total que ninguna mujer, por más fea que sea, aceptaría. Que Dios me perdone, pero ni siquiera las charlas con esos hombres podían ser interesantes: se ponían a la defensiva, concientes de que no despertaban demasiada admiración. Y les juro que yo me dije a mí misma “ya voy a recibir algún castigo por no aceptar a estos hombres que no me gustan para nada”… “¿Quién me creo que soy para rechazar?”. Pero así es la vida, tanto la real como la de ficción.






Situación 5

Y ahora, lo lindo: si a una le va mal con los hombres (ya sea temporalmente o por karma), siempre está la posibilidad de contar con tus amigas (o hermanas, o primas o lo que sea) como “almas gemelas”, y considerar a los hombres como “esos sujetos con los que podemos divertirnos”. En realidad no pienso tan así, adoraría encontrar al amor de mi vida, pero mientras las cosas no estén saliendo bien, una amiga puede escucharte y ser una gran compañía. Por ejemplo, mi gran amiga M.M. me acompaña esta noche a una clase de tango, porque sabe que yo tengo muchas ganas y no quiere dejarme sola. Y está haciendo un gran sacrificio, porque ella no escucha y siente al tango como lo siento yo desde muy jovencita. Y eso vale mucho, no?





Y por último, para sentirnos glamorosas como las protagonistas de Sex & the City, siempre nos queda la posibilidad de un buen Cosmopolitan (uno de mis tragos favoritos) y de salir a comprar ropa linda que nos levante el ánimo.

Hasta prontito!!!!



viernes, 6 de agosto de 2010

El amor en tiempos difíciles

Hoy me siento muy triste porque me había ilusionado con el comienzo de una relación que aparentemente no va a poder ser, así que me aparto sólo por este post de la moda y le dedico unas líneas al amor a través de tres fotografías emblemáticas: "El beso de Times Square", Nueva York (de Alfred Eisenstaedt, 1945), "El beso de la Plaza del Ayuntamiento", París (de Robert Doisneau, 1950) y "Flores contra bayonetas", Estados Unidos (de Marc Riboud, 1967).

Fuente: colección "Maestros de la fotografía", del Grupo Clarín.

Este beso fue tomado por Eisenstaedt mientras se celebraba en New York la victoria aliada sobre Japón, al final de la segunda guerra mundial. No lo sé a ciencia cierta, pero aparentemente fue un beso verdadero, aunque están demasiado en pose, no? Hace muy poquito falleció la enfermera protagonista de esta foto. Me emociona pensar en todas las parejas de enamorados que se deben haber desintegrado por culpa de la guerra, y la angustia que habrá generado tanta distancia sin comunicación. En todas las películas vemos como los soldados se aferraban a la foto de su esposa o novia para soportar lo insoportable, y como las mujeres tenían que pasar sus días sin saber absolutamente nada de sus amores, pero siempre con la esperanza de que en algún momento iban a regresar. Hoy ya nadie tiene tanta paciencia para esperar al otro. Hoy tantas vías de comunicación a nuestro alcance contribuyeron, paradójicamente, a que cada vez nos comuniquemos menos...




Esta foto fue tomada por Doisneau para la revista Life en 1950, con el objetivo de capturar el amor en primavera (aún en pleno siglo XXI seguimos asociando la llegada de la primavera con el renacer del amor, no?). En este caso sí son dos actores, y sin embargo el beso parece más espontáneo...

En los primeros años del hippismo en Estados Unidos, esta chica se anima a enfrentar a la Guardia Nacional en una marcha antibelicista, y a contrastar las frías bayonetas con la fragilidad y ternura de una flor. Muchas veces uno se concentra sólo en el amor de pareja, pero si nos dejamos llevar, el amor puede emerger en cualquier formato. Adoro esta imagen, gracias a Riboud por haber puesto el ojo justo en ese momento.


Bueno, hoy necesitaba hacer un parate y reflexionar un poco a través de estas fotos de época. En breve me vuelvo a contactar con mi costado fashionista (que no muere a pesar de la tristeza!!!) y a compartir con ustedes más moda vintage. Hasta prontito y gracias!!!

Notita: no creo que vuelva a pasar por este blog, pero le dedico este post a Robert C.